西语阅读 Por sonar(收藏于塞万提斯网站)
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西语阅读理解练习题原⽂参考西语阅读理解练习题原⽂参考 Que Internet está revolucionando la vida de los espa?oles es ya una evidencia, lo que se manifiesta no sólo en que cada vez es mayor el número de los usuarios sino en que está cambiando el perfil de los mismos: disminuye la edad media de los internautas (cada vez hay más adolescentes entre ellos) y aumenta el número de mujeres usuarias, además de bajar el nivel social de los que acceden a la red a medida que su uso se va haciendo más popular. En Espa?a, según declaraciones del presidente de la Asociación de usuarios de Internet, Miguel Subías, el perfil del internauta es el de un joven de veinte a treinta y cinco a?os, residente en Madrid o Barcelona y de clase media-alta. Pérez Subías declaró que el 75% de los espa?oles eran usuarios directa o indirectamente de Internet. En el campo de la educación, la ministra de Educación, Esperanza Aguirre, declaró en la inauguración de Mundo Internet′98 que todos los centros públicos de ense?anza dispondrían de conexión a Internet ese mismo a?o, lo que calificó de "avance espectacular". Por otro lado, la implantación de Internet a través de la televisión por cable y la telefonía móvil puede cambiar el futuro de la red, que, gracias al enorme avance en la protección de los datos personales que deben circular por ella para que sea posible llevar a cabo transacciones comerciales, se presenta como una vía privilegiada para el comercio electrónico. El problema sigue siendo la identificación del usuario para evitar fraudes o estafas. Pérez Subías cree, en ese sentido, que la solución podría consistir en dotar a cada usuario de una tarjeta chip y a cada ordenador personal de un lector de este tipo de tarjetas. Sistemas como la firma digital ya están siendo utilizados por los bancos para garantizar las transacciones comerciales y en un futuro no muy lejano veremos cómo las lacras actuales de la red, con delitos que tanto han calado en la opinión pública, serán, si no eliminados totalmente, sírestringidos hasta el punto de hacerlos prácticamente imposibles.。
西班牙语:西班牙语阅读Porquetodos幽默西语:Porque todos(西班牙店铺xibanya.)感谢阅读《西班牙语:西班牙语阅读Porque todos》一文,我们精心为您准备延伸阅读:西班牙语学习技巧西班牙语没有英语这么复杂的发音规则。
他几乎每一个字母都只有一个特定的音,我举个例子,a这个字母无论何时都发“阿”这个音,e发“唉”(口型小点,跟英语里的e差不多)。
西班牙语只有一个音是比较难发的,那就是r这个字母,他发的是大舌颤音,其实,西班牙语最难得不是他的发音,而是他的语法和动词变位。
你一学就知道了,背的东西太多。
还有,他的语速不是一般的快,你要做好心理准备,和英语不是一个数量级的!!我建议你最好提前买一本西班牙语看看,因为它比英语难学的多的多。
1.西班牙语属于拉丁语系,比英语要科学,是不要音标的拼音文字,掌握发音规则后就能够”见词发音”。
短短的入门,学的好,就可以地道流利地读出所有的西班牙文章,这是第一关!西班牙谚语中把最难做的事情比做”学汉语”,可见有中文水平的人学西班牙不是成了最容易的事了?2.西班牙语的小舌音,卷舌连续抖动的r、rr是中国人的难点,窍门有三。
一、发音前多加上“德拉”;二、利用漱口的时候,多延时5分钟——“嘟鲁鲁”;三、坚持2-4周利用上下班和无人的时候,练习卷舌,以上三点定会让你有“西班牙”味!还有些音是要声带镇动的,要注意!3.掌握西班牙语动词的变位也是个要死记硬背,熟能生巧的活!他的变化是为了口语交流中大量的省略主语,口语的方便带来的动词变位头痛是每一个有志学好西班牙语的人要克服的难关。
有人说:“流利地读,熟练变位”掌握好了,西班牙语就学会了一半啊!初学者就没有白学!你也知道了重点在哪里了,可以集中精力去攻哪一块了。
4.有点英语基础的人,会发现西班牙语单词在多数主要单词词干上非常接近,这样大家学习起来又省了些劲!5.学习任何外国语,要以模仿开口为优先,背会一句就应用一句,这样就算掌握了。
西语阅读:上门拥抱服务"Alguien iráa tu casa a darte un achuchón para que duermas caliente y bien arrullado". Ese es el impresionante eslogan con el que The Snuggle Buddies pretende remontar su negocio. Resumiendo: pretenden iniciar un servicio de abrazos a domicilio.“有人会到你家给你一个拥抱,让你睡得温暖香甜。
”这就是The Snuggle Buddies 公司现在在推行的业务的令人印象深刻的标语。
概括起来说就是他们在开展一项上门拥抱服务。
La web ha recalcado que esta campaña no sólo se trata de un acto de "dar calor" sino de toda una experiencia con las que los clientes pudieran quedar relajados con "su cuerpo y alma".这个网站强调说,他们的公司不仅仅只有这项“给予温暖”的服务,他们还有很多能够使顾客感到身心备感放松的服务经验。
¿Los precios? Una hora cuesta 60 dólares. Una noche sale bastante cara, 400 dólares exactamente. Un servicio que no es apto para el que busque sexo, ya que se firma un contrato en el que queda claro que no puede haber "contacto sexual" entre ambas personas.价格如何呢?一个小时60美元。
千奕西班牙语双语阅读:命运让我们走到一起El destino nos ha unido命运让我们走到一起Dicen que dos corazones que están predestinados a estar juntos, no hay nada que puedan hacer para escapar el uno del otro: su amor nacerá, florecerá y permanecerá eterno, por encima de las es trellas, por que hay una fuerza más grande que nosotros que nos empuja, nos invita a sentir.人们说,两个人的心注定要在一起,不会从对方身边逃离:他们将种下爱情之树,生根发芽,直达永恒。
在星星之下,有一种巨大的力量推向我们,让我们一同感受。
Sé que cuando te conocí sentí algo muy especial, un escalofrío recorrió mi cuerpo y en ese mismo instante supe que nuestros corazones se estaban llamando el uno al otro, por que se conocían dede hace mucho, mucho tiempo, y estaban respondiendo a la llamada ancestral del destino, de la que nadie puede escapar.我知道的,遇见你时我就有一种奇特的感觉,一阵寒战穿过我的身体。
在那一刻,我知道,我们的心在互相呼唤,因为他们已经相识许久,许久。
Comedia llamadaTRATO DE ARGELHecha porMiguel de CervantesQu’estuvo cautivo en él siete añosJornada primeraInterlucutores:AURELIO.FÁTIMA, criada de Zahara.ZAHARA, ama de Aurelio.YZUF, amo de Aurelio.AURELIO ¡Triste y miserable estado!¡Triste esclavitud amarga,donde es la pena tan largacuan corto el bien y abreviado!¡Oh purgatorio en la vida, 5infierno puesto en el mundo,mal que no tiene segundo,estrecho do no hay salida!¡Cifra de cuanto dolorse reparte en los dolores, 10daño que entre los mayoresse ha de tener por mayor!¡Necesidad increíble,muerte creíble y palpable,trato mísero intratable, 15mal visible e invisible!¡Toque que nuestra pacienciadescubre si es valerosa;pobre vida trabajosa,retrato de penitencia! 20Cállese aquí este tormento,que, según me es enemigo,no llegará cuanto digoa un punto de lo que siento.Pondérase mi dolor 25con decir, bañado en lloros,que mi cuerpo está entre morosy el alma en poder de Amor.Del cuerpo y alma es mi pena:el cuerpo ya veis cual va, 30mi alma rendida estáa la amorosa cadena.Pensé yo que no teníaAmor poder entre esclavos,pero en mí sus recios clavos 35 muestran más su gallardía.¿Qué buscas en la miseria,Amor, de gente cautiva?Déjala que muera o vivacon su pobreza y laceria. 40 ¿No ves que el hilo se cortadesa tu amorosa estambre,aquí con sed o con hambre,a la larga o a la corta?Mas creo que no has querido 45 olvidarme en este estrecho,que has visto sano mi pecho,aunque tan roto el vestido.Desde agora claro entiendoque el poder que en ti se encierra 50 abraza el cielo y la tierra,y más que no comprehendo.Una cosa te pidiera,si en esa tu condiciónuna sombra de razón 55 por entre mil sombras viera;y es que, pues fuiste la causade acabarme y destruirme,que en el contino herirmehagas un m o mento pausa. 60 Yo no te pido que salgasde mi pecho, pues no puedes;antes, te pido que quedes,y en este trance me valgas.Mira que se me apareja 65 una muy fiera batalla,y que no he de atropellallasi tu consejo me deja.Del lugar do me pusiste,me procuran derribar; 70 pero, ¿quién podrá bajarlo que tú una vez subiste?Ya viene Zahara y su arenga;¡ay, enfadosa porfía;cómo que me falta el día 75 antes que la noche venga!¡Valedme, Silvia, bien mío,que, si vos me dais ayuda,de guerra más ardua y crudallevar la palma confío!80Entra agora ZAHARA, ama de AURELIO, yFÁTIMA, criada de ZAHARA.ZAHARA ¡Aurelio!AURELIO Señora mía...ZAHARA Si tú por tal me tuvieras,a fe que luego hicieraslo que ruega mi porfía.AURELIO Lo que tú quieres yo quiero, 85 porque al fin te soy esclavo.ZAHARA Esas palabras alabo,mas tus obras vitupero.AURELIO ¿Cuál ha sido por mí hechaque en ella no te complaces? 90 ZAHARA Aquellas que no me hacesme tienen mal satisfecha.AURELIO Señora, no puedo más;por agua me parto luego.ZAHARA Otra agua pide mi fuego, 95 que no la que tú trairás.No te vayas; está quedo.AURELIO De leña hay falta en la casa.ZAHARA Basta la que a mí me abrasa.AURELIO Mi amo...ZAHARA No tengas miedo. 100 AURELIO Déjame, señora, ir,no venga Yzuf, mi señor.ZAHARA Quien queda con tanto amor,mal te dejará partir.AURELIO No hay para qué más porfíes, 105 señora: déjame ya.ZAHARA Aurelio, llégate acá.AURELIO Mejor es que te desvíes.ZAHARA ¿Ansí, Aurelio, me despides?AURELIO Antes te hago favor, 110 si con el compás de honorlo compasas y lo mides.¿No miras que soy cristianocon suerte y desdicha mala?ZAHARA El amor todo lo iguala: 115 dame por señor la mano.FÁTIMA Zahara, señora mía,dígote que me ha admiradomirar en lo que ha paradotu altivez y fantasía. 120Ver, por cierto, es gentil cosa,y digna de ser notada,de un cristiano enamoradauna mora tan hermosa.Y lo que más llega al cabo 125tu afición tan sin medida,es mirarte estar rendidaa un cristiano que es tu esclavo.¡Y monta que correspondeel perro a lo que le quieres! 130Perdóname; frágil eres.ZAHARA ¿Dónde vas?FÁTIMA Bien sé yo adon de.ZAHARA Dulce amiga verdadera,lo que dices no lo niego;mas ¿qué haré?, que amor es fuego 135y mi voluntad es cera.Y, puesto que el daño veoy el fin do habré de parar,imposible es contrastarlas fuerzas de mi deseo. 140Vuelve tu lengua e intentoa combatir esta roca,que no será gloria pocagozar de su vencimiento.FÁTIMA Quiero en esto complacerte, 145 pues al fin puedes mandarme.Cristiano, vuelve a mirarme,que no es mi rostro de muerte.AURELIO Más que muerte me causáiscon vuestros inducimientos. 150Dejadme con mis tormentos,porque en vano trabajáis.FÁTIMA ¿No ves cómo se retirael perro en su pundonor?Ansí entiende él del amor 155como el asno de la lira.AURELIO ¿Cómo queréis que yo entiendade amor en esta cadena?ZAHARA Eso no te cause pena,que luego se hará la enmienda: 160las dos te la quitaremos.AURELIO Muy mejor será dejalla;que no quiero con quitalla,pasar de un estremo a estremos.ZAHARA ¿A qué estremos pasarás? 165 AURELIO Quitando al cuerpo este hierro,cairé en otro mayor hierro,que al alma fatigue más.FÁTIMA ¿Almas tenéis los cristianos?AURELIO Sí, y tan ricas y estremadas 170 cuanto por Dios rescatadas.FÁTIMA ¡Que son pensamientos vanos!Pero si almas tenéis,de diamante es su valor,pues en la fragua de amor 175muy más os endurecéis.Aurelio, ¡resulución!Ten cuenta en lo que te digo:no quieras ser tan amigode tu obstinada opinión. 180Ya te ves sin libertad,entre hierros apretado,pobre, desnudo, cansado,lleno de necesidad,subjeto a mil desventuras, 185a palos, a bofetones,a mazmorras, a prisiones,donde estás contino a escuras.Libertad se te promete;los hierros se quitarán, 190y después te vestirán.No hay temor de escuro brete.Cuzcuz, pan blanco a comer,gallinas en abundancia,y aun habrá vino de Francia 195si vino quieres beber.No te pido lo imposible,ni trabajos demasiados,sino blandos, regalados,dulces lo más que es posible. 200Goza de la coyunturaque se te ríe delante;no hagas del ignorante,pues muestras tener cordura.Mira tu señora Zahara 205y lo mucho que merece:mira que al sol escurecela luz de su rostro clara.Contempla su juventud,su riqueza, nombre y fama; 210mira bien que agora llamaa tu puerta la salud.Considera el interésque en hacer esto te toca,que hay mil que pondrían la boca 215donde tú pondrás los pies.AURELIO ¿Has dicho, Fátima?FÁTIMA Sí.AURELIO ¿Quieres que responda yo?FÁTIMA Responde.AURELIO Digo que no.ZAHARA ¡Ay, Alá! ¿Qué es lo que oí? 220 AURELIO Yo digo que no convienepedirme lo que pedís,porque muy poco advertísel peligro que contiene.FÁTIMA ¿Qué peligro puede haber, 225 quiriéndolo tu señora?AURELIO La ofensa que, siendo mora,a Mahoma viene a hacer.ZAHARA ¡Déjame a mí con Mahoma,que agora no es mi señor, 230porque soy sierva de Amor,que el alma subjeta y doma!¡Echa ya el pecho por tierray levantarte he a mi cielo!AURELIO Señora, tengo un recelo 235 que me consume y atierra.FÁTIMA ¿De qué te recelas? Di.AURELIO Señora, de que no veoningún camino o rodeocomo complacerte a ti. 240En mi ley no se recibehacer yo lo que me ordenas;antes, con muy graves penasy amenazas lo prohíbe;y aun si batismo tuvieras, 245siendo, como eres, casada,fuera cosa harto escusadasi tal cosa me pidieras.Por eso yo determinoantes morir que hacer 250lo que pide tu querer,y en esto estaré contino.ZAHARA Aurelio, ¿estás en tu seso?AURELIO Y aun por estar tan en élsoy para vos tan cruel. 255 ZAHARA ¡Ay, desdichado suceso!¿Que es posible que tan pocovalgan mis ruegos contigo?FÁTIMA Sin duda que este enemigoes muy cuerdo, o es muy loco. 260¡Perro! ¿Tanta fantasía?¿Pensáis que hablamos de veras?¡Antes de mal rayo muerasprimero que pase el día!¡Ruin sin razón ni compás, 265nacido de vil canalla!¿Pensábades ya triunfalla,perrazo, sin más ni más?Comigo las has de haber,y de modo que te aviso 270que dirá el que nunca quiso:“¡Más le valiera querer!”No estés, Zahara, descontenta,deja el remedio en mi mano,que a este perro cristiano 275yo le haré que se arrepienta.ZAHARA No es bien que por mal se lleve.FÁTIMA Ni aun bien llevado por bien.ZAHARA Cese, Aurelio, tu desdén.FÁTIMA Con eso el perro se atreve. 280 Ven, señora, al aposento;que, en esta pena crecida,o yo perderé la vida,o tú ternás tu contento.Sálense las dos y queda AURELIO solo.AURELIO ¡Padre del cielo, en cuya fuerte diestra 285 está el gobierno de la tierra y cielo,cuyo poder acá y allá se muestracon amoroso, justo y sancto celo,Si tu luz, si tu mano no me adiestraa salir deste caos, temo y recelo 290que, como el cuerpo está en prisión esquiva,también el alma ha de quedar cautiva!En Vos, Virgen Santísima María,[entr]e Dios y los hombres medianera,de mi mar incïerto cierta guía, 295virgen entre las vírgenes primera;en Vos, Virgen y Madre, en Vos confíami alma, que sin Vos en nadie espera,que la habéis de guiar con vuestra lumbredeste hondo valle a la más alta cumbre. 300Bien sé que no merezco que se acuerdevuestra eterna memoria de mi daño,porque tengo en el alma fresco y verdeel dulce fructo del amor estraño;mas vuestra alta clemencia, que no pierde 305ocasión de hacer bien, mi mal tamañoremedie, que ya estoy casi perdido,de Scila y de Caribdis combatido.Si el cuerpo esclavo está, está libre el alma,puesto que Silvia tiene parte en ella, 310y la amorosa trunfadora palmaha de llevar sola mi Silvia della.Ponga Zahara su amor, póngale en calma,que mi firmeza no hay pensar rompella,y aquello que a mi Dios y a Silvia debo, 315me hace que aun mirarla no me atrevo.¿Dó estás, Silvia hermosa? ¿Qué destino,qué fuerza insana de implacable hadoel curso de aquel próspero caminotan sin causa y razón nos ha cortado? 320¡Oh estrella, oh suerte, oh fortuna, oh signo!,si alguno de vosotros ha causadotamaña perdición, desde aquí digoque mil cuentos de veces le maldigo.Yo moriré por lo que al alma toca, 325antes que hacer lo que mi ama quiere;firme he de estar cual bien fundada rocaque en torno el viento, el mar combate y hiere.Que sea mi vida mucha, o que sea poca,importa poco; sólo el que bien muere 330puede decir que tiene larga vida,y el que mal, una muerte sin medida.Éntrase AURELIO, y sale SAYAVEDRA, soldado cativo;LEONARDO, cativo, y SEBASTI&AACUTEN, muchacho cativo, asu tiempo.SAYAVEDRA En la veloz carrera, apresuradaslas horas del ligero tiempo veo,contra mí con el cielo conjuradas. 335Queda atrás la esperanza, y no el deseo,y así la vida dél, la muerte della,el daño, el mal aunmentan que poseo.¡Ay dura, inicua, inexorable estrella,cómo de los cabellos me has traído 340al terrible dolor que me atropella!LEONARDO El llanto en tales tiempos es perdido,pues si llorando el cielo se ablandara,ya le hubieran mis lágrimas movido.A la triste fortuna alegre cara 345debe mostrar el pecho generoso:que a cualquier mal, buen ánimo repara.SAYAVEDRA El cuello enflaquecido al trabajosoyugo de esclavitud amarga puesto,bien ves que a cuerpo y alma es peligroso; 350y más aquel que tiene prosupuestode dejarse morir antes que paseun punto el modo del vivir honesto.LEONARDO Si acaso yo tus obras imitase,forzoso me sería que al momento 355en brazos de la hambre me entregase.Bien sé que en el cativo no hay contento;mas no quiero cre[c]er yo mi fatiga,tiniendo en ella siempre el pensamiento.A mi patrona tengo por amiga; 360trátame cual me ves: huelgo y paseo;“cautivo soy”, el que quisiere diga.SAYAVEDRA Triunfa, Leonardo, y goza ese trofeo;que, si por ser cautivo le hermoseas,yo sé que es torpe, desgraciado y feo. 365 LEONARDO Amigo Sayavedra, si te ar[r]easde ser predicador, ésta no es tierrado alcanzarás el fructo que deseas.Déjate deso y escucha de la guerraque el gran Filipo hace nueva cierta, 370y un poco la pasión de ti destierra.Dicen que una fragata de Bisertallegó esta noche allí con un cativoque ha dado vida a mi esperanza muerta.Quitóle libertad el hado esquivo, 375de Málaga pasando a Barcelona;cativóle Mamí, cosario esquivo.En su manera muestra ser personade calidad, y que es ejercitadoen el duro ejercicio de Belona. 380Dice el número cierto que ha pasadode soldados a España forasteros,sin los tres tercios nuestros que han bajado;los príncipes, señores, caballeros,que a servir a Filipo van de gana; 385los naturales y los estranjeros,y la muestra hermosísima lozanaque en Badajoz hacer el rey pretendede la pujanza de la Unión Cristiana.Dice con esto que ninguno entiende 390el disinio del rey, y el hablar desto,al grande y al pequeño se defiende.SAYAVEDRA Rompeos ya, cielos, y llovednos prestoel librador de nuestra amarga guerrasi ya en el suelo no le tenéis puesto. 395Cuando llegué cativo y vi esta tierratan nombrada en el mundo, que en su senotantos piratas cubre, acoge y cierra,no pude al llanto detener el freno,que, a pesar mío, sin saber lo que era, 400me vi el marchito rostro de agua lleno.Ofrecióse a mis ojos la riberay el monte donde el grande Carlo tuvolevantada en el aire su bandera,y el mar que tanto esfuerzo no sostuvo, 405pues, movido de envidia de su gloria,airado entonces más que nunca estuvo.Estas cosas volviendo en mi memoria,las lágrimas trujer a n a los ojos,forzados de desgracia tan notoria. 410Pero si el alto Cielo en darme enojosno está con mi ventura conjurado,y aquí no lleva muerte mis despojos,cuando me vea en más seguro estado,o si la suerte o si el favor me ayuda 415a verme ante Filipo ar[r]odillado,mi lengua balbuciente y casi mudapienso mover en la real presencia,de adulación y de mentir desnuda,diciendo: “Alto señor, cuya potencia 420sujetas trae las bárbaras nacionesal desabrido yugo de obediencia:a quien los negros indios con sus donesreconocen honesto vasallaje,trayendo el oro acá de sus rincones; 425despierte en tu real pecho corajela desvergüenza con que una bicocaaspira de contino a hacerte ultraje.Su gente es mucha, mas su fuerza es poca,desnuda, mal armada, que no tiene 430en su defensa fuerte muro o roca.Cada uno mira si tu Armada viene,para dar a los pies el cargo y curade conservar la vida que sostiene.De la esquiva prisión, amarga y dura, 435adonde mueren quince mil cristianos,tienes la llave de su cerradura.Todos, cual yo, de allá, puestas las manos,las rodillas por tierra, sollozando,cerrados de tormentos inhumanos, 440poderoso señor, te'stán rogandovuelvas los ojos de misericordiaa los suyos, que están siempre llorando;y, pues te deja agora la discordiaque tanto te ha oprimido y fatigado, 445y Amor en darte sigue la concordia,haz, ¡oh buen rey!, que sea por ti acabadolo que con tanta audacia y valor tantofue por tu amado padre comenzado.El sólo ver que vas pondrá un espan[to] 450en la bárbara gente, que adivinoya desde aquí su pérdida y quebranto”.¿Quién duda que el real pecho begninono se muestre, oyendo la tristezadonde están estos míseros contino? 455Mas, ¡ay, cómo se muestra la bajezade mi tan rudo ingenio, pues pretendehablar tan bajo ante tan alta alteza!Mas la ocasión es tal, que me defiende.Pero a todo silencio poner quiero, 460que creo que mi plática te ofende,y al trabajo he de ir adonde muero.Aquí entra SEBASTIÁN, muchacho, en hábito de esclavo. SEBASTIÁN ¿Hase visto tal maldad?¿Hay tierra tan sin concordia,do falta misericordia 465y sobra la crueldad?¿Dónde se halla[rá] disculpade maldad tan insolente:que pague el que es inocentepor el que tiene la culpa? 470¡Oh cielos! ¿Qué es lo que he visto?¡Éste sí que es pueblo injusto,donde se tiene por gustomatar los siervos de Cristo!¡Oh España, patria querida!, 475mira cuál es nuestra suerte,que si allá das justa muerte,quitas acá justa vida.LEONARDO Sebastián, dinos qué tienes,que hablas razones tales. 480 SEBASTIÁN Una infinidad de malesy una penuria de bienes.LEONARDO En ser, como eres, esclavose encierra todo dolor.SEBASTIÁN Otra pena muy mayor 485 me tiene a mí tan al cabo.SAYAVEDRA ¿De dónde puede causarsela pena que dices brava?SEBASTIÁN De una vida que hoy se acabapara jamás acabarse. 490«Ya sabé[i]s que aquí en Argelse supo cómo en Valenciamurió por justa sentenciaun morisco de Sargel;digo que en Sargel vivía, 495puesto que era de Aragón,y, al olor de su nación,pasó el perro en Berbería;y aquí cosario se hizo,con tan prestas crueles manos, 500que con sangre de cristianosla suya bien satisfizo.Andando en corso fue preso,y, como fue conocido,fue en la Inquisición metido, 505do le formaron proceso;y allí se le averiguócómo, siendo batizado,de Cristo había renegadoy en África se pasó, 510y que, por su industria y manos,traidores tratos esquivos,habían sido cautivosmás de seiscientos cristianos;y, como se le probaron 515tantas maldades y errores,los justos inquisidoresal fuego le condenaron.Súpose del moro acá,y la muerte que le dieron, 520 porque luego la escribieronlos moriscos que hay allá.La triste nueva sabidade los parientes del muerto,juran y hacen concierto 525 de dar al fuego otra vida.Buscaron luego un cristianopara pagar este escote,y halláronle sacerdote,y de nación valenciano. 530 Prendieron éste a gran priesapara ejecutar su hecho,porque vieron que en el pechotraía la cruz de Montesa,y esta señal de victoria 535 que le cupo en buena suerte,si le dio en el suelo muerte,en el cielo le dio gloria;porque estos ciegos sin luz,que en él tal señal han visto, 540 pensando matar a Cristo,matan al que trae su cruz.De su amo lo compraron,y, aunque eran pobres, a un puntoel dinero todo junto 545 de limosna lo allegaron.En nuestro pueblo cristiano,por Dios se pide a la gente,para sanar al doliente,no para matar al sano; 550 mas entre esta descreídagente y maldito lugar,no piden para sanar,mas para quitar la vida.Hoy en poder de sayones 555 he visto al siervo de Dios,no sólo puesto entre dos,sino entre dos mil sayones.Iba el sacerdote justoentre injusta gente puesto, 560 marchito y humilde el gesto,a morir por Dios con gusto.En darle penas dobladastodo el pueblo se desvela:cual sus blancas canas pela, 565 cual le da mil bofetadas.Las manos que a Dios tuvieronmil veces, hoy son tenidasde dos sogas retorcidascon que atrás se las asieron; 570 al yugo de otro cordel,puesto el cuello humilde lleva,haciendo seis moros pruebacuánto pueden tirar dél.A ningún lado miraba 575 que descubra un solo amigo:que todo el pueblo enemigoen torno le rodeaba.Con voluntad tan dañadaprocuran su pena y lloro, 580 que se tuvo por mal moroquien no le dio bofetada.A la marina llegaroncon la víctima inocente,do con barbaria insolente 585 a un áncora le ligaron.Dos áncoras a una manovi yo allí en contrario celo:una, de hierro, en el suelo;otra, de fe, en el cristiano. 590 Y, la una a la otra asida,la de hierro se conviertea dar cruda y presta muerte;la de fe, a dar larga vida.Ved si es bien contrario el celo 595 de las dos en esta guerra:la una en el süelo afierra;la otra se ase del cielo;y, aunque corra tal fortunaque espante al cuerpo y al alma, 600 como si estuviera en calma,no hay desasirse la una.Sin hierro al hierro ligado,el siervo de Dios se hallaba,y en su cuerpo atado estaba 605 espíritu desatado.El cuerpo no se rodea,que le ata más de un cordel;mas el espíritu déltodos los cielos pasea. 610 La canalla, que se enseñaa hacer nueva crueldad,trujo luego cantidadde seca y humosa leña,y una espaciosa corona 615 hicieron luego con ella,dejando encerrada en ellala sancta humilde persona;y, aunque no tienen sosiegohasta verle ya espirar, 620 para más le atormentar,encienden lejos el fuego.Quieren, como el cocineroque a su oficio más mirase,que se ase y no se abrase 625 la carne de aquel cordero.Sube el humo al aire vano,y a veces le da en los ojos;quema el fuego los despojosque le vienen más a mano; 630 vase arrugando el vestidocon el calor violento,y el fuego, poco contento,busca lo más escondido.Esperad, simple cordero, 635 que esta ardiente llama insana,si os ha quemado la lana,os quiere abrasar el cuero.Combátenle fuegos dos:el uno, humano y visible; 640 el otro, sancto invisible,que es fuego de amor de Dios.Yo no sé a cuál más debía,puesto que a los dos pagaba:al que el cuerpo le abrasaba 645 o al que el alma le encendía.Los que estaban a miralle,la ira ansí les pervierte,que mueren por darle muertey entretiénense en matalle. 650 Y, en medio deste tormento,no movió el sancto varónla lengua a formar razónque fuese de sentimiento;antes dicen, y yo he visto, 655que, si alguna vez hablaba,en el aire resonabael eco o nombre de Cristo;y cuando en el agoníaúltima el triste se vio, 660cinco o seis veces llamóla Virgen Sancta María.Al fuego el aire le atiza,y con tal ardor revuelve,que poco a poco resuelve 665el sancto cuerpo en ceniza.Mas, ya que morir le vieron,tantas piedras le tiraron,que las piedras acabaronlo que las llamas no hicieron. 670¡Oh Santisteban segundo,que me asegura tu celoque miraste abierto el cieloen tu muerte desde el mundo!Queda el cuerpo en la marina, 675quemado y apedreado;el alma el vuelo ha tomadohacia la región divina.Queda el moro muy gozosodel injusto y crudo hecho; 680el turco está satisfecho;el cristiano, temeroso.»Yo he venido a referiroslo que no pudistes ver,si os lo ha dejado entender 685mis lágrimas y suspiros.SAYAVEDRA Deja el llanto, amigo, ya;que no es bien que se haga duelopor los que se van al cielo,sino por quien queda acá: 690que, aunque parece ofendidaa humanos ojos su suerte,el acabar con tal muertees comenzar mejor vida.Mide por otro nivel 695tu llanto, que no hay pacienciaque las muertes de Valenciase venguen acá en Argel.Muéstrase allá la justiciaen castigar la maldad; 700muestra acá la crueldadcuánto puede la injusticia.SEBASTIÁN En tan amarga querella,¿quién detendrá los gemidos?Ellos con culpa punidos; 705nosotros, muertos sin ella.LEONARDO Bastábanos ser cautivos,sin temer más desconciertos,pues si allá queman los muertos,abrasan acá los vivos. 710Usa Valencia otros modosen castigar renegados,no en público sentenciados:¡mueran a tósico todos!Mas un moro viene acá: 715no estemos juntos aquí;Sayavedra, por allí,tú, Sebastián, por allá.Segunda JornadaYzuf y Aurelio.YZUF Trecientos escudos di,Aurelio, por la doncella. 720Esto di al turco, que a ellaalma y vida le rendí;y es poco, según es bella.Vendiómela de aburrido,que dice que no ha podido, 725mientras la tuvo en poder,en ningún modo atraeral amoroso partido.Púsela en casa de un moro,sin osarla traer acá, 730y allí está donde ella estátodo mi bien y tesoro,y la gloria que amor da.Allí se ve la bondadjunto con la crueldad 735mayor que se vio en la tierra;y juntas, sin hacer guerra,belleza y honestidad.No pueden prometimientosablandar su duro pecho. 740Veme en lágrimas deshecho,y ofrece siempre a los vientoscuantos servicios la he hecho.No echa de ver su ventura,ni cómo el dolor me apura 745poco a poco sospirando;antes, cuando yo más blando,entonces ella más dura.A casa quiero traellay reclinar en tu mano 750mi gozo más soberano:quizá tú podrás movella,siendo, como ella, cristiano;y desde aquí te prometoque, si conduces a efecto 755mi amorosa voluntad,de darte la libertady serte amigo perfecto.AURELIO En todo lo que quisieres,he, señor, de complacerte, 760por ser tu esclavo y por verteque melindres de mujereste tengan de aquesa suerte.¿De qué nación es la damaque te enciende en esa llama 765sin mirar a su interés?YZUF Española dicen que es.AURELIO ¿Y el nombre?YZUF Silvia se llama.AURELIO ¿Silvia? Una Silvia veníaadonde yo cautivé, 770y, según que la miré,no en tanto allá se tenía.YZUF Ésa es: yo la compré.AURELIO Si ella es, yo sé decirque es hermosa sin mentir, 775y que no es tan cruda altiva,que su condición esquivaa ninguno hace morir.Traéla a casa, señor, luego,y ten las riendas al miedo; 780y tú verás, si yo puedo,cómo a mis manos y ru e goamaina el casto denuedo.YZUF Yo voy; y, mientras se ordenasu venida, por estrena 785。
NIÑA Papá, ¿me lees un cuento?PADRE Este…mañana, mi hija, hoy no tengo tiempo. Duérmete ya.NIÑA Papá, ya es mañana, ¿me lees un cuento?PADRE Es tarde, hija, y mañana tengo que trabajar. Duérmete ya.CONTROL RÁFAGA MUSICALLOCUTORA Carl Honoré, periodista escocés(苏格兰的), descubrióque leerle cuentos a sus hijos antes de dormir le incomodaba(烦扰), que nunca encontraba tiempo para ello.PADRE Hoy no puedo, hija.CONTROL GOLPE MUSICALLOCUTORA El día en el que se alegróal descubrir una colección de cuentos infantiles para leer en un minuto…PADRE ¡Un cuento en un minuto! ¡Un cuento en un minuto!LOCUTORA ... se dio cuenta de que había tocado fondo. Su vida se le estaba escapando de las manos.PADRE (PENSANDO) ¿Para quées la vida? La velocidad es una manera de no enfrentarse a lo que le pasa a tu cuerpo y a tu mente, de evitar las preguntas importantes…CONTROL MÚSICA NEW AGELOCUTORA Carl Honoré, periodista escocés y creador(创造者)de la filosofía de la lentitud, descubrió, entonces, que leerle cuentos a sus hijos antes de dormir ahora le encantaba. Dígame, Carl, ¿por quéleerle un cuento a su hija?PADRE Simplemente por eso, porque me alegra, porque me hace ilusión.CONTROL MÚSICA INFANTILPADRE Porque el tiempo se detiene. Es un momento mágico en el que todo es posible. En el que siempre estaremos vivos, en el que siempre serán inocentes. Un espacio y un tiempo para ser inmortales.HOMBRE 1 Porque es un momentoíntimo(亲密的)y tranquilo. Todo se acalla, se relaja. HOMBRE 2 Porque leo cosas que seguramente no leería si no fuera para ellos y me estaría perdiendo auténticas joyas.PADRE Porque compartir esos mundos y aventuras, me ayudan a soñar, a imaginar, a levantarme, a reír…a fin de(为了)cuentas, a vivir.HOMBRE 1 Porque necesito que se sientan queridos.HOMBRE 2 Porque me siento querido y necesitado.CONTROL MÚSICA NEW AGEPADRE Érase una vez, una casita de chocolate…una casita grande, grandísima…。
Cervantes A1.1UNICATIVOSINFORMACIÓN Segunda y primera personaNombre ¿Cómo te llamas? Me llamo Julio. / Soy Julio.Edad ¿Cuántos años tienes? Tengo 35 años. / Tengo más de 30. / Tengo casi 30. Nacionalidad ¿De dónde eres? Soy de España. / Soy español.Domicilio ¿Dónde vives? Vivo en Segovia, en la calle Cambronero, 15. Lenguas ¿Qué lenguas hablas? Hablo chino, inglés y un poco de español. Profesíon ¿A qué te dedicas?Soy camarero. Teléfono ¿Cuál es tu número de teléfono? Es el... Correo electrónico¿Cuál es tu correo electrónico?...E.G.Soy estudiente de Matemáticas, estudio en una universidad. Federico es camarero, trabaja en un bar.提⽰:要⽤尊称时,⽤usted,相应的问题都改为第三⼈称。
Ejercicio de lectura (9)Nombre:Nota:Aunque la letra eñe se ha erigido e n emblema del español, la profesora de la Universidad de Sevilla Lola Pons Rodríguez asegura que más originales son1los signos de apertura de las interrogaciones y las admiraciones, que además son muy recientes, ya que datan de finales del XVIII.Especialista en Historia de la Lengua y directora de varios proyectos de investigación sobre la lengua del siglo XV, Pons Rodríguez señala que, mientras el sonido de la eñe es compartido con varias lenguas y desde hace mucho tiempo, los signos de apertura de admiraciones e interrogaciones son relativamente recientes, introducidos2con éxito por los académicos hace poco más de dos siglos.Con la idea de que «el lector compruebe en la lengua de hoy la herencia de la lengua de ayer», Pons Rodríguez ha reunido "Cien historias curiosas sobre el español" en el libro titulado «Una lengua muy larga» (Arpa editores), cuyo portada ha sido ilustrada con un rostro de un Miguel de Cervantes que protege sus ojos con unas gafas de sol de última tendencia.«El español es una lengua muy larga en el tiempo, pero también en el espacio», ha matizado la filóloga al aludir el español de América, además de una lengua «muy flexible» que históricamente ha tenido «variaciones espaciales muy acusadas», ya que lo que parecen normas fijas y universales derivadas de las reglas ortográficas se deben igualmente a una normativa «relativamente reciente».Las cien «microhistorias»reunidas por Pons en esta particular y desenfadada historia del español, que han sido elogiados por el académico Francisco Rico como «una combinación brillante de erudición y frescura», tienen3 su origen en un blog que la filóloga abrió en 2009 dirigido al ámbito académico, con el que alcanzó tantos seguidores que la4 llevó a ordenarlas y llevarlas a un libro.La autora ha advertido de que estas cien historias no van necesariamente dirigidas a los 500 millones de personas que hablan español en el mundo sino a los hablantes y lectores que poseen lo que denomina «sensibilidad lingüística» o han pensado por quédiferenciar entre «b» y «v» si se pronuncian igual o se han preguntado5por qué en la Edad Media se abreviaba tanto si no había móviles.«No es un libro hecho desde arriba, desde la torre de marfil, sino para que lo entienda todo el mundo, con ejemplos que pertenecen a la cultura popular», ha explicado lafilóloga, quien, por ejemplo, explica el poco uso del relativo posesivo «cuyo», que ha de enfrentarse en el habla a «muchos competidores», con RaffaellaCarráy su popularísimo tema «Una mujer en el armario».Esa canción arranca con la letra «Tengo una amiga, tengo una amiga / que su (en vez de "cuyo") marido se queda mucho en casa...»Otro ejemplo tomado de la música popular parte del cantante jienense Raphael, unodesus éxitos titula «Escándalo»y quien generócierto escándalo cuando decidióbautizarse artísticamente como «Raphael», porque parece que nadie reparó entonces en que «ph» es un dígrafo que se usó -hasta que la Academia lo eliminó por completo en el XIX- en palabras que, como en «philosophia», llegaron al latín desde el griego.一,单词连线(6x5)二,改错(8x5)三,指代(6x5)。
WALTERLI《新编西语阅读》之(沙滩惊魂),请高手赐教!课本第34页:III CUENTOS Y NOVELAS故事与小说1¿QUÉ PASÓ EN LA PLAYA1) Un día en la playaEl sol entra por la ventana y se pasea por mi oficina. No sé qué hago aquí un día como hoy. Éste no es un tiempo para trabajar. Quiero salir a la calle. Pienso en una playa blanca y en un mar azul.Oigo el teléfono. Voy a contestar.-¿Diga-¿RafaelSoy yo,Virginia.-¡Virginia! ¡Qué bien!-¿Te gusta oírme-Me gusta hablar contigo. Y hoy esperaba tu llamada.-¿Ah,sí-Sí,quiero dejar esta mesa,salir de esta oficina e irme a la calle a pasear.-Pues vete.-Sí,pero quiero pasear contigo.-Pero yo tengo trabajo...-¿SeguroNo sabes qué bonitas están las playas en un día como hoy...-¿Las playas Rafael,estamos en mayo...-Sí,pero hace calor.-Dame meida hora para ponerme el bañador.-¡Muy bien! Dentro de treinta minutos paso a buscarte a tu casa.-Hasta luego. Espérame abajo.-Vale. Hasta luego.Soy un hombre de en una pequeña ciudad cerca del un trabajo bien pagado. Me gusta la pesca y escribir novelas policíacas. Y tengo una novia muy guapa:alta,simpática...y rubia.1海滩上发生了什么事情1)海滩上的一天阳光照进窗子,然后在我的办公室里弥漫开来。
Pido perdón a los niños por haber dedicado este libro a una persona mayor. Tengo una excusa seria: esta persona mayor es el mejor amigo que tengo en el mundo. Tengo otra excusa: esta persona mayor puede entender todo, hasta los libros para niños. Tengo una tercera excusa: esta persona mayor vive en Francia, donde pasa hambre y frío. Tiene mucha necesidad de ser consolada. Si todas estas excusas no son suficientes, quiero dedicar este libro al niño que este señor ha sido. Todas las personas mayores fueron primero niños. (Pero pocas lo recuerdan). Corrijo entonces mi dedicatoria:请孩子们原谅我把这本书献给了一个大人。
我有一条正当的理由:这个大人是我在世界上最好的朋友。
我另有一条理由:这个大人什么都懂;即使儿童读物也懂。
我还有第三条理由;这个大人住在法国,忍冻挨饿。
他很需要有人安慰。
要是这些理由还不够充分,我就把这本书献给这个大人曾经做过的孩子。
每人大人都是从做孩子开始的。
(然而,记得这事的又有几个呢?)因此,我把我的献词改为:献给童年时代的莱翁·维尔特西语阅读西班牙语版《小王子》第一章Cuando yo tenía seis años vi en un libro sobre la selva virgen que se titulaba "Historias vividas", una magnífica lámina. Representaba una serpiente boa que se tragaba a una fiera. Esta es la copia del dibujo.当我还只有六岁的时候,在一本描写原始森林的名叫《真实的故事》的书中,看到了一副精彩的插画,画的是一条蟒蛇正在吞食一只大野兽。
西班牙语学习网:西班牙语阅读《总统先生》(2)La muerte del MoscoEl sol entredoraba las azoteas salidizas de la Segunda Sección de Policía —pasaba por la calle una que otra gente—, la Capilla Protestante —se veía una que otra puerta abierta—, y un edificio de ladrillo que estaban construyendo los masones. En la Sección esperaban a los presos, sentadas en el patio —donde parecía llover siempre— y en los poyos de los corredores oscuros, grupos de mujeres descalzas, con el canasto del desayuno en la hamaca de las naguas tendidas de rodilla a rodilla y racimos de hijos, los pequeños pegados a los senos colgantes y los grandecitos amenazando con bostezos los panes del canasto. Entre ellas se contaban sus penas en voz baja, sin dejar de llorar, enjugándose el llanto con la punta del rebozo. Una anciana palúdica y ojosa se bañaba en lágrimas, callada, como dando a entender que su pena de madre era más amarga. El mal no tenía remedio en esta vida, y en aquel funesto sitio de espera, frente a dos o tres arbolitos abandonados, una pila seca y policías descoloridos que de guardia limpiaban con saliva los cuellos de celuloide, a ellas sólo les quedaba el Poder de Dios.Un gendarme ladino les pasó restregando al Mosco. Lo había capturado en la esquina del Colegio de Infantes y lo llevaba de la mano, hamaqueándolo como a un mico. Pero el las no se dieron cuenta de la gracejada por estar atalayando a los pasadores que de un momento a otro empezarían a entrar los desayunos y a traerles noticias de los presos: «¡Que dice queeee... no tenga pena por él, que ya siguió mejor! ¡Que dice queeee... le traiga unos cuatro riales de ungüento del soldado en cuanto abran la botica! ¡Que dice queeee... lo que le mandó a decir con su primono debe ser cierto! ¡Que dice queeee... tiene que buscar un defensor y que vea si le habla a un tinterillo, porque éso s no quitan tanto como los abogados! ¡Que dice queeee... le diga que no sea así, que no hay mujeres allí con ellos para que esté celosa, que el otro día se trajeron preso a uno de ésos...; pero que luego encontró novio! ¡Que dice queeee... le mande unos do s riales de rosicler porque está que no puede obrar! ¡Que dice queeee... le viene flojo que venda el armario!»—¡Hombre, usté! —protestaba el Mosco contra los malos tratos del polizonte—, usté sí que como matar culebra, ¿verdá? ¡Ya, porque soy pobre! Pobre, pero honrado... ¡Y no soy su hijo, ¿oye?, ni su muñeco, ni su baboso, ni su qué para que me lleve así! ¡De gracia agarraron ya acarriar con nosotros al Asilo de Mendigos para quedar bien con los gringos! ¡Qué cacha! ¡A la cran sin cola, los chumpipes de la fiesta! ¡Y siquiera lo trataran a uno bien!... No que ái cuando vino el shute metete de Míster Nos, nos tuvieron tres días sin comer, encaramados a las ventanas, vestidos de manta como locos...Los pordioseros que iban capturando pasaban derecho a una d e Las Tres Marías, bartolina estrechísima y oscura. El ruido de los cerrojos de diente de lobo y las palabrotas de los carceleros hediendo a ropa húmeda y a chenca cobró amplitud en el interior del sótano abovedado:—¡Ay, suponte, cuánto chonte! ¡Ay, su pura concección, cuánto jura! ¡Jesupisto me valga!...Sus compañeros lagrimeaban como animales con moquillo, atormentados por la oscuridad, que sentían que no se les iba a despegar más de los ojos; por el miedo —estaban allí, donde tantos y tantos habían pad ecido hambre y sed hasta la muerte—y porque les infundía pavor que los fueran a hacer jabón decoche, como a los chuchos, o a degollarlos para darle de comer a la policía. Las caras de los antropófagos, iluminadas como faroles, avanzaban por las tinieblas, los cachetes como nalgas, los bigotes como babas de chocolate...Un estudiante y un sacristán se encontraban en la misma bartolina.—Señor; si no me equivoco era usted el que estaba primero aquí. Usted y yo, ¿verdad?El estudiante habló por decir algo, p or despegarse un bocado de angustia que sentía en la garganta.—Pues creo que sí... —respondió el sacristán, buscando en las tinieblas la cara del que le hablaba.—Y... bueno, le iba yo a preguntar por qué está preso... —Pues que es por política, dicen...El estudiante se estremeció de la cabeza a los pies y articuló a duras penas:—Yo también...Los pordioseros buscaban alrededor de ellos su inseparable costal de provisiones, pero en el despacho del Director de la Policía les habían despojado de todo, hast a de lo que llevaban en los bolsillos, para que no entraran ni un fósforo. Las órdenes eran estrictas.—¿Y su causa? —siguió el estudiante.—Si no tengo causa, en lo que está usté; ¡estoy por orden superior!Al decir así el sacristán restregó la espalda en el muro morroñoso para botarse los piojos.—Era usted...—¡Nadal... —atajó el sacristán de mal modo—. ¡Yo no era nada! En ese momento chirriaron las bisagras de la puerta, quese abría coro rajándose para dar paso a otro mendigo.—¡Viva Francia! —gritó Pa tahueca al entrar.—Estoy preso... —franqueóse el sacristán.—¡Viva Francia!—... por un delito que cometí por pura equivocación. ¡Figure listé que por quitar un aviso de la Virgen de la O, fui y quité del cancel de la iglesia en que estaba de sacristán el aviso del jubileo de la madre del Señor Presidente!—Pero eso, ¿cómo se supo...? —murmuró el estudiante, mientras que el sacristán se enjugaba el llanto con la punta de los dedos, destripándose las lágrimas en los ojos.—Pues no sé... Mi torcidura... Lo c ierto es que me capturaron y me trajeron al despacho del Director de la Policía, quien, después de darme un par de gaznatadas, mandó que me pusieran en esta bartolina, incomunicado, dijo, por revolucionario.De miedo, de frío y de hambre lloraban los mendi gos apañuscados en la sombra. No se veían ni las manos. A veces quedábanse aletargados y corría entre ellos, como buscando salida, la respiración de la sordomuda encinta.Quién sabe a qué hora, a media noche quizá, los sacaron del encierro. Se trataba de a veriguar un crimen político, según les dijo un hombre rechoncho, de cara arrugada color de brin, bigote cuidado con descuido sobre los labios gruesos, un poco chato y con los ojos encapuchados. El cual concluyó preguntando a todos y a cada uno de ellos si conocían al autor o autores del asesinato del Portal, perpetrado la noche anterior en la persona de un coronel del Ejército.Un quinqué mechudo alumbraba la estancia adonde les habían trasladado. Su luz débil parecía alumbrar a través delentes de agua. ¿En dónde estaban las cosas? ¿En dónde estaba el muro? ¿En dónde ese escudo de armas más armado que las mandíbulas de un tigre y ese cincho de policía con tiros de revólver?La respuesta inesperada de los mendigos hizo saltar de su asiento al Auditor General de Guerra, el mismo que les interrogaba.—¡Me van a decir la verdad! —gritó, desnudando los ojos de basilisco tras los anteojos de miope, después de dar un puñetazo sobre la mesa que servía de escritorio.Uno por uno repitieron aquéllos que el autor del a sesinato del Portal era el Pelele, refiriendo con voz de ánimas en pena los detalles del crimen que ellos mismos habían visto con sus propios ojos.A una seña del Auditor, los policías que esperaban a la puerta pelando la oreja se lanzaron a golpear a los pordioseros, empujándolos hacia una sala desmantelada. De la viga madre, apenas visible, pendía una larga cuerda.—¡Fue el idiota! —gritaba el primer atormentado en su afán de escapar a la tortura con la verdad—. ¡Señor, fue el idiota! ¡Fue el idiota! ¡Por Dios que fue el idiota! ¡El idiota! ¡El idiota! ¡El idiota! ¡Ese Pelele! ¡El Pelele! ¡Ése! ¡Ése! ¡Ése!—¡Eso les aconsejaron que me dijeran, pero conmigo no valen mentiras! ¡La verdad o la muerte!... ¡Sépalo, ¿oye?, sépalo, sépalo si no lo sabe!La voz de l Auditor se perdía como sangre chorreada en el oído del infeliz, que sin poder asentar los pies, colgado de los pulgares, no cesaba de gritar:—¡Fue el idiota! ¡El idiota fue! ¡Por Dios que fue el idiota! ¡El idiota fue! ¡El idiota fue! ¡El idiota fue!...¡El idiota fue!—¡Mentira...! —afirmó el Auditor y, pausa de por medio—, ¡mentira, embustero!... Yo le voy a decir, a ver si se atreve a negarlo, quiénes asesinaron al coronel José Parrales Sonriente; yo se lo voy a decir... ¡El general Eusebio Canales y el licenciado Abel Carvajal!...A su voz sobrevino un silencio helado; luego, luego una queja, otra queja más luego y por último un sí... Al soltar la cuerda, el Viuda cayó de bruces sin conciencia. Carbón mojado por la lluvia parecían sus mejillas de mula to empapadas en sudor y llanto. Interrogados a continuación sus compañeros, que temblaban como los perros que en la calle mueren envenenados por la policía, todos afirmaron las palabras del Auditor, menos el Mosco. Un rictus de miedo y de asco tenía en la cara. Le colgaron de los dedos porque aseguraba desde el suelo, medio enterrado —enterrado hasta la mitad, romo andan todos los que no tienen piernas—, que sus compañeros mentían al inculpar a personas extrañas un crimen cuyo único responsable era el idiot a.—¡Responsable...! —cogió el Auditor la palabrita al vuelo—. ¿Cómo se atreve usted a decir que un idiota es responsable? ¡Vea sus mentiras! ¡Responsable un irresponsable!—Eso que se lo diga él...—¡Hay que fajarle! —sugirió un policía con voz de mujer, y otro con un vergajo le cruzó la cara.—¡Diga la verdad! —gritó el Auditor cuando restallaba el latigazo en las mejillas del viejo—. ¡ verdad o se está ahí colgado toda la noche!—¿No ve que soy ciego?...—Niegue entonces que fue el Pelele...—¡No, porque ésa es la verdad y tengo calzones!Un latigazo doble le desangró los labios...—¡Es ciego, pero oye; diga la verdad, declare como sus compañeros...!—De acuerdo —adujo el Mosco con la voz apagada; el Auditor creyó suya la partida—, de acuerdo, macho lerdo, el Pelele fue...—¡Imbécil!El insulto del Auditor perdióse en los oídos de una mitad de hombre que ya no oiría más. Al soltar la cuerda, el cadáver del Mosco, es decir, el tórax, porque le faltaban las dos piernas, cayó a plomo como péndulo roto.—¡Viejo embustero, de nada habría servido su declaración, porque era ciego! —exclamó el Auditor al pasar junto al cadáver.Y corrió a dar parte al Señor Presidente de las primeras diligencias del proceso, en un carricoche tirado por dos caballos flacos, que llevaban de lumbre en los faroles los ojos de la muerte. La policía sacó a botar el cuerpo del Mosco en una carreta de basuras que se alejó con dirección al cementerio. Empezaban a cantar los gallos. Los mendigos en libertad volvían a las calles. La sordo muda lloraba de miedo porque sentía un hijo en las entrañas...(西班牙店铺xibanya.)感谢阅读《西班牙语学习网:西班牙语阅读《总统先生》(2)》一文,我们精心为您准备延伸阅读:西班牙语学习技巧西班牙语没有英语这么复杂的发音规则。
在线学西班牙语:西班牙语阅读《总统先生》西班牙语(37)《总统先生》西班牙语(西班牙店铺xibanya.)XXXVIIEl baile de Tohil—Los señores, ¿qué toman?...—Cerveza...—Para mí, no; para mí, whisky... —y para mí, coñac...—Entonces son...—Una cerveza...—Un whisky y un coñac...—¡Y unas boquitas!—Entonces son una cerveza, un whisky, un coñá y unas bocas...—¡Y a mí...go que me coma el chuco! —se oyó la voz de Cara deÁngel, que volvía abrochándose la bragueta con cierta prisa.—¿Qué va a tomar?—Cualquier cosa; tráeme una chibola...—¡Ah! Pues... entonces son una cerveza, un whisky, un coñá y una chibola.Cara de Ángel trajo una silla y vino a sentarse al lado de un hombre de dos metros de alto, con ademanes y gestos de negro, a pes ar de ser blanco, la espalda como línea férrea, una yunta de yunques que parecían manos, y una cicatriz entre las cejas rubias.—Déjeme lugar, Míster Gengis —dijo aquél—, que voy a poner mi silla junto a la de usted.—Con «pleto» gusto, señor...—Y sólo bebo y me largo, porque el patrón me está esperando.—¡Ah! —siguió Míster Gengis—, ya que usted va a ver al Señor Presidente, precisa dejar de ser muy baboso y decirle que no están nada ciertas, pero nada ciertas, las cosas que ái andan diciendo de usted.—Eso se cae de su peso —observó otro de los cuatro, el que había pedido coñac.—¡Y a mí me lo dice usted! —intervino Cara de Ángel, dirigiéndose a Míster Gengis.—¡Y a cualquiera! —exclamó el gringo somatando las manos abiertas sobre la mesa de mármol—. ¡Por supuesto! Mi estar aquí esta noche aquélla y oír de mis oídos al Auditor que decía de usted ser enemigo de la reelección y con el difunto general Canales, amigo de la revolución.Cara de Ángel disimulaba mal la inquietud que sentía. Ir a ver al Presidente en aquellas circunstancias era temerario.El criado se acercó a servir. Lucía gabacha blanca y en la gabacha bordada con cadenita roja la palabra «Gambrinus».—Son un whisky..., una cerveza...Míster Gengis se pasó el whisky sin parpadear, de tesón, com o el que apura un purgante; luego sacó la pipa y la llenó de tabaco.—Sí, amigo, el rato menos pensado lleg-a-a oídos del patrón esas cosas y ya tuvo usted para no divertirse mucho. Debe aprovechar ahora y decirle claro lo que es y lo que no es; vaya una o casión con más pelo que un elote.—Recibido el consejo, Míster Gengis, y hasta la vista; voy a buscar un carruaje para llegar más rápido; muchas gracias ¿eh?, y hasta luego todo el mundo.Míster Gengis encendió la pipa.—¿Cuántos whiskys lleva, Míster Geng is? —dijo uno de losque estaban en la mesa.—¡Di-e-ci-ocho! —contestó el gringo, la pipa en la boca, un ojo entrecerrado y el otro azul, azul, abierto sobre la llamita amarilla del fósforo.—¡Qué razón tiene usted! ¡El whisky es una gran cosa! —A saber Di os, mí no sabría decirlo; eso pregúntelo usted a los que no beben como mí bebe, por pura desesperación...—¡No diga eso, Míster Gengis!—¡Cómo que no diga eso, si eso es lo que siente! En mi país todo el mundo dice lo que siente. Completamente.—Una gran cualidad...—¡Oh no, a mí me gustó más aquí con ustedes: decir lo que no se siente con tal que sea muy bunito!—Entonces allá, con ustedes, no se conocen los cuentos...—¡Oh, no, absolutamente; todo lo que estar cuento ya está la Biblia divinamente!—¿Otro whisky, Míster Gengis?—¡Ya lo creo que sí me lo voy a beber el otro whisky!—¡Bravo, así me gusta, es usted de los que mueren en su ley!—Comment?—Dice mi amigo que usted es de los que mueren...—Sí, ya entiende de los que mueren en su ley, no; mí ser de los que viven en su ley; mí ser más vivo; morir no importa, y si puede, que me muero en la ley de Dios.—¡Lo que es este Míster Gengis quisiera ver llover whisky!—No, no, ¿por qué?... entonces ya no se venderían los paraguas para paraguas, sino para embudos —y añadió, después de una pausa que llenaban el humo de su pipa y su respirar algodonoso, mientras los otros reían—. ¡Buen-o muchacho este Cara de Ángel; pero si no hace lo que yo le diga, no va a tenerperdón nunca y se va a ir mucho a la droga!Un gr upo de hombres silenciosos entró en la cantina de sopapo; eran muchos y la puerta no alcanzaba para todos al mismo tiempo. Los más quedaron en pie a un lado de la puerta, entre las mesas, junto al mostrador. Iban de pasada, no valía la pena de sentarse. «¡Silencio!», dijo un medio bajito, medio viejo, medio calvo, medio sano, medio loco, medio ronco, medio sucio, extendiendo un cartelón impreso que otros dos le ayudaron a pegar con cera negra en uno de los espejos de la cantina.«CIUDADANOS»Pronunciar el n ombre del Señor Presidente de la República, es alumbrar con las antorchas de la paz los sagrados intereses de la Nación que bajo su sabio mando ha conquistado y sigue conquistando los inapreciables beneficios del Progreso en todos los órdenes y del Orden e n todos los progresos Como ciudadanos libres, conscientes de la obligación en que estamos de velar por nuestros destinos, que son los destinos de la Patria, y como hombres de bien, enemigos de la Anarquía, proclamamos!!! que la salud de la República está en la REELECCIÓN DE NUESTRO EGREGIO MANDATARIO Y NADA MÁS QUE EN SU REELECCIÓN! ¿Por qué aventurar la barca del Estado en lo que no conocemos, cuando a la cabeza de ella se encuentra el Estadista más completo de nuestros tiempos, aquel a quien la His toria saludará Grande entre los Grandes, Sabio entre los Sabios, Liberal, Pensador y Demócrata??? ¡El sólo imaginar a otro que no sea El en tan alta magistratura es atentatorio contra los Destinos de la Nación, que son nuestros destinos, y quien tal osara, que no habrá quién, debería ser excluido por loco peligroso, y de no estar loco, juzgado por traidor a la Patria conforme a nuestras leyes CONCIUDADANOS, LAS URNAS OSESPERAN! VOTAD! POR! NUESTRO! CANDIDATO! QUE! SERÁ! REELEGIDO! POR! EL! PUEBLO!La le ctura del cartelón despertó el entusiasmo de cuantos se encontraban en la cantina; hubo vivas, aplausos, gritos, y a pedido de todos habló un desguachipado de melena negra y ojos talcosos.—¡Patriotas, mi pensamiento es de Poeta, de ciudadano mi lengua pat ria! Poeta quiere decir el que inventó el cielo; os hablo, pues, en inventor de esa tan inútil, bella cosa que se llama el cielo. ¡Oíd mi desgonzada jerigonza!... Cuando aquel alemán que no comprendieron en Alemania, no Goethe, no Kant, no Schopenhauer, tr ató del Superlativo del Hombre, fue presintiendo, sentidamente, que de Padre Cosmos y Madre Naturaleza iba a nacer en el corazón de América el primer hombre superior que haya jamás existido. Hablo, señores, de ese romaneador de auroras que la Patria llama Benemérito, Jefe del Partido y Protector de la Juventud Estudiosa; hablo, señores, del Señor Presidente Constitucional de la República, como, sin duda, vosotros todos habéis comprendido, por ser él el Prohombre de «Nitche», el Superúnico... ¡Lo digo y lo r epito desde lo alto de esta tribu!... —y al decir así dio con el envés de la mano en el mostrador de la cantina—... Y de ahí, compatriotas, que sin ser de esos que han hecho de la política el ganapán ni de aquellos que dicen haber inventado el perejil chino por haberse aprendido de memoria las hazañas de chilperico; creo desinteresada-íntegra-honradamente que mientras no exista entre nosotros otro ciudadano hipersuperhombre, superciudadano, sólo estando locos o ciegos, ciegos o locos de atar, podríamos permitir que se pasaran las riendas del gobierno de las manos del auriga-super-único que ahora y siempre guiará el carro denuestra adorada Patria, a las manos de otro ciudadano, de un ciudadano cualquiera, de un ciudadano, conciudadanos, que aun suponiéndole todos los merecimientos de la tierra, no pasaría de ser hombre. La Democracia acabó con los emperadores y los Reyes en la vieja y fatigada Europa, mas, preciso reconocer es, y lo reconocemos, que trasplantada a América sufre el injerto cuasi divino del Superhombre y da contextura a una nueva forma de gobierno: la Superdemocracia. Y a propósito, señores, voy a tener el gusto de recitar...—Recite, poeta —se alzó una voz—, pero no la oda...—... ¡mi Nocturno en Do Mayor al superúnico!Siguieron al poeta en el buen uso de la palabra otros más exaltados contra el nefando bando, la cartilla de San Juan, el silabario de la abracadabra y otros supositorios teologales. A uno de los asistentes le salió sangre de las narices y entre discurso y discurso pedía con grito s de sed que le trajeran un ladrillo nuevo empapado en agua para olerlo y que se le contuviera la hemorragia.—Ya a estas horas —dijo Míster Gengis—está Cara de Ángel entre la pared y el Señor Presidente. Mi gust-o cómo habla este poeta, pero yo cre-e que debe ser muy triste ser poeta; sólo ser licenciado debe de ser la más triste cosa del mundo. ¡Y ya me voy a beber el otro whisky! ¡Otro whisky —gritó— para este super-hiper-ferro-casi-carri-leró!Al salir del «Gambrinus», Cara de Ángel encontró al Ministr o de la Guerra.—¿Para dónde la tira, general?—Para onde el Patrón...—Entonces vonos juntos...—¿Va usted también para allá? Esperemos mi carruaje, queno tardará en venir. Ni le cuento; vengo de con una viuda...—Ya sé que le gustan las viudas alegres, general...—¡Nada de músicas!—¡No, si no es música, es Clicot!—¡Qué Clicot ni qué india envuelta, postrimería de carne y hueso!—¡Caracoles!El carruaje rodaba sin hacer ruido, como sobre ruedas de papel secante. En los postes de las esquinas se oían los golpes de los gendarmes que se pasaban la señal de «avanza el Ministro de la Guerra, avanza el Ministro de la Guerra, avanza...».El Presidente se paseaba a lo largo de su despacho, corto de pasos, el sombrero en la coronilla traído hacia adelante, el cue llo de la americana levantado sobre una venda que le cogía la nuca y los botones del chaleco sin abrochar. Traje negro, sombrero negro, botines negros...—¿Qué tiempo hace, general?—Fresco, Señor Presidente...—Y Miguel sin abrigo...—Señor Presidente...—Nada, estás que tiemblas y vas a decirme que no tienes frío. Eres muy desaconsejado. General, mande a casa de Miguel a que le traigan el abrigo inmediatamente.El Ministro de la Guerra salió que saludos se hacía —por poco se le cae la espada—, mientras el Presidente tomaba asiento en un sofá de mimbre, ofreciendo a Cara de Ángel el sillón más próximo.Aquí, Miguel, donde yo tengo que hacerlo todo, estar en todo, porque me ha tocado gobernar en un pueblo de gente de voy —dijo al sentarse—, debo echar mano de los amigos paraaquellas cosas que no puedo hacer yo mismo. Esto de gente de voy —se dio una pausa—, quiere decir gente que tiene la mejor intención del mundo para hacer y deshacer, pero que por falta de voluntad no hace ni deshace nada, que ni huele ni hiede, como caca de loro. Y es así como entre nosotros el industrial se pasa la vida repite y repite: voy a introducir una fábrica, voy a montar una maquinaria nueva, voy a esto, voy a lo otro, a lo de más allá; el señor agricultor, voy a implantar un cult ivo, voy a exportar mis productos; el literato, voy a componer un libro; el profesor, voy a fundar una escuela; el comerciante, voy a intentar tal o cual negocio, y los periodistas —¡esos cerdos que a la manteca llaman alma!—, vamos a mejorar el país; mas, como te decía al principio, nadie hace nada y, naturalmente, soy yo, es el Presidente de la República el que lo tiene que hacer todo, aunque salga como el cohetero. Con decir que si no fuera por mí no existiría la fortuna, ya que hasta de diosa ciega teng o que hacer en la lotería...Se sobó el bigote cano con la punta de los dedos transparentes, frágiles, color de madera de carrizo, y continuó cambiando de tono:—Viene todo esto a que me veo obligado por las circunstancias a aprovechar los servicios de los que, como tú, si cerca me son preciosos, más aún fuera de la República, allí donde las maquinaciones de mis enemigos y sus intrigas y escritos de mala cepa, están a punto de dar al traste con mi reelección...Dejó caer los ojos como dos mosquitos atontado s, ebriedad de sangre, sin dejar de hablar:—No me refiero a Canales ni a sus secuaces: ¡la muerte ha sido y será mi mejor aliada, Miguel! Me refiero a los que tratan de influir en la opinión norteamericana con el objeto de queWáshington me retire su confianza. ¿Que a la fiera enjaulada se le empieza a caer el pelo y que por eso no quiere que se lo soplen? ¡Muy bien! ¿Que soy un viejo que tiene el cerebro en salmuera y el corazón más duro que matilisguate? ¡Mala gente, mas está bien que lo digan! Pero que los mismos paisanos se aprovechen, por cuestiones políticas, de lo que yo he hecho por salvar al país de la piratería de esos hijos de tío y puta, eso es lo que ya no tiene nombre. Mi reelección está en peligro y, por eso te he mandado llamar. Necesito que pases a Wáshington y que informes detalladamente de lo que sucede en esas cegueras de odio, en esos entierros en los que para ser el bueno, como en todos los entierros, habría que ser el muerto.—El Señor Presidente... —tartamudeó Cara de Ángel entre la v oz de Míster Gengis que le aconsejaba poner las cosas en claro y el temor de echar a perder por indiscreto un viaje que desde el primer momento comprendió que era su salvación—, el Señor Presidente sabe que me tiene para todo lo que él ordene incondicional mente a sus órdenes; sin embargo, si el Señor Presidente me quisiera permitir dos palabras, ya que mi aspiración ha sido siempre ser el último de sus servidores, pero el más leal y consecuente, querría pedirle, si el Señor Presidente no ve obstáculo alguno, que antes de confiarme tan delicada misión, se tomara la molestia de ordenar que se investiguen si son o no son cierto los gratuitos cargos que de enemigo del Señor Presidente me hace, para citar nombre, el Auditor de Guerra...—¿Pero quién está dando oídos a esas fantasías?—El Señor Presidente no puede dudar de mi incondicional adhesión a su persona y a su gobierno; pero no quiero que me otorgue su confianza sin controlar antes si son o no ciertos losdichos del Auditor.—¡No te estoy preguntando, Miguel, qué es lo que debo hacer! ¡Acabáramos! Todo lo sé y voy a decirte más: en este escritorio tengo el proceso que la Auditoría de Guerra inició contra ti cuando la fuga de Canales, y más todavía: puedo afirmarte que el odio del Auditor de Guerra se lo debes a una circunstancia que tú tal vez ignoras: el auditor de Guerra, de acuerdo con la policía, pensaba raptar a la que ahora es tu mujer y venderla a la dueña de un prostíbulo, de quien, tú lo sabes, tenía diez mil pesos recibidos a cuenta; la que pagó el pato fue una pobre mujer que ái anda medio loca.Cara de Ángel se quedó quieto, dueño de sus más pequeños gestos delante del amo. Refundido en la negrura de sus ojos aterciopelados, depuso en su corazón lo que sentía, pálido y helado como el sillón de mimb re.—Si el Señor Presidente me lo permitiera, preferiría quedar a su lado y defenderlo con mi propia sangre.—¿Quieres decir que no aceptas?—De ninguna manera, Señor Presidente...—Entonces, palabras aparte, todas esas reflexiones están de más; los periódicos publicarán mañana la noticia de tu próxima partida y no es cosa de dejarme colgado; el Ministro de la Guerra tiene orden de entregarte hoy mismo el dinero necesario para los preparativos del viaje; a la estación te mandaré los gastos y las instrucciones.Una palpitación subterránea de reloj subterráneo que marca horas fatales empezaba para Cara de Ángel. Por una ventana abierta de par en par entre sus cejas negras distinguía una fogata encendida junto a cipresales de carbón verdoso y tapias de humo blanco, en medio de un patio borrado por la noche, amasia decentinelas y almácigo de estrellas. Cuatro sombras sacerdotales señalaban las esquinas del patio, las cuatro vestidas de musgo de adivinaciones fluviales, las cuatro con las manos de piel de rana más verde que amarilla, las cuatro con un ojo cerrado en parte de la cara sin tiznar y un ojo abierto, terminado en chichita de lima, en parte de la cara comida de oscuridad. De pronto, se oyó el sonar de un tún, un tún, un tún, un tún, y muchos hombres unta dos de animales entraron saltando en filas de maíz. Por las ramas del tún, ensangrentadas y vibrátiles, bajaban los cangrejos de los tumbos del aire y corrían los gusanos de las tumbas del fuego. Los hombres bailaban para no quedar pegados a la tierra con el sonido del tún, para no quedar pegados al viento con el sonido del tún, alimentando la hoguera con la trementina de sus frentes. De una penumbra color de estiércol vino un hombrecillo con cara de güisquil viejo, lengua entre los carrillos, espinas en la frente, sin orejas, que llevaba al ombligo un cordón velludo adornado de cabezas de guerreros y hojas de ayote; se acercó a soplar las macollas de llamas y entre la alegría ciega de los tucuazínes se robó el fuego con la boca masticándolo para no quemarse como copal. Un grito se untó a la oscuridad que trepaba a los árboles y se oyeron cerca y lejos las voces plañideras de las tribus que abandonadas en la selva, ciega de nacimiento, luchaban con sus tripas —animales del hambre—, con sus gargantas —pájaros de la sed— y su miedo, y sus bascas, y sus necesidades corporales, reclamando a Tohil, Dador del Fuego, que les devolviera el ocote encendido de la luz. T ohil llegó cabalgando un río hecho de pechos de paloma que se deslizaba como leche. Los venados corría n para que no se detuviera el agua, venados de cuernos más finos que la lluvia y patitas que acababan en aire aconsejado por arenas pajareras. Las avescorrían para que no se parara el reflejo nadador del agua. Aves de huesos más finos que sus plumas. ¡Re-tún-tún! ¡Re-tún-tún!..., retumbó bajo la tierra. Tohil exigía sacrificios humanos. Las tribus trajeron a su presencia lo mejores cazadores, los de la cerbatana erecta, los de las hondas de pita siempre cargadas. «Y estos hombres, ¡qué!; ¿cazarán hombres?», preguntó Tohil. ¡Re-tún-tún! ¡Re-túntún!..., retumbó bajo la tierra. «¡Cómo tú lo pides —respondieron las tribus—, con tal que nos devuelvas el fuego, tú, el Dador de Fuego, y que no se nos enfríe la carne, fritura de nuestros huesos, ni el aire, ni las uñas, ni la lengua, ni el pelo! ¡Con tal que no se nos siga muriendo la vida, aunque nos degollemos todos para que siga viviendo la muerte!» «¡Estoy contento!», dijo Tohil. ¡Re-tún-tún! ¡Retún-tún!, retumbó bajo la tierra. «¡Estoy contento! Sobre hombres c azadores de hombres puedo asentar mi gobierno. No habrá ni verdadera muerte ni verdadera vida. ¡Que se me baile la jícara!»Y cada cazador-guerrero tomó una jícara, sin despegársela del aliento que le repellaba la cara, al compás del tún, del retumbo y el tún de los tumbos y el tún de las tumbas, que le bailaban los ojos a Tohil.Cara de Ángel se despidió del Presidente después de aquella visión inexplicable. Al salir, el Ministro de la Guerra le llamó para entregarle un fajo de billetes y su abrigo.—¿No s e va, general? —casi no encontraba las palabras.—Si pudiera... Pero mejor por ái lo alcanzo, o nos vemos tal vez otro día; tengo que estar aquí, vea... —y torció la cabeza sobre el hombro derecho—, escuchando la voz del amo.(西班牙店铺xibanya.)感谢阅读《在线学西班牙语:西班牙语阅读《总统先生》西班牙语(37)》一文,我们精心为您准备延伸阅读:西班牙语学习技巧西班牙语没有英语这么复杂的发音规则。
50 a?osIectura. Los grup 3西班牙语阅读理解(试题1)Ratas de bibI ioteca, ?tenemos buenas noticias! De acuerdo con un nuevo estudio dela Uni versidad de Yale pub I icado en I a rev i sta 'Social Sc i enceand Med i c i ne I as personas que leen Iibros podr \ an ser m ds Iongevos que aqueI I os que no Io hacen.Los investigadores preguntaron a m ds de 3. 500 participantes de m ds de\ an nada, personas que le \ an menos dea semana, y queI I as que Io hac fan m ds de 3 horas y med i a. Como dato cur ioso, se descubr i dque aque I I os que le f an eran personas con formac i 6n uni versitaria y mujeres de mayor poder adqu i s i tivo.Para poder obtener resuItados, I os i nvestigadores estud i aron a I ossujetos de cada uno de I os grupos durante 12 a?os. El resuItado fue claro:I os dos grupos que Ie ian v i v f an m a s a?os que aqueI I os que no le an nada. I La d i ferencia entre unos y otros aIcanzaban cas i I os dos a?os, sin importar eI sexo, poder adqui sitivo, formaci 6n acad emica o estado desaIud. Estos resuItados demuestran que aqueI I os de m a s de 50 a?os, a n U manteniendo un ritmo de vida sedentar io, pueden consegui r una mejor cal idad de v i da. 西语中文(试题1 ):泡图书馆的同学们,好消息!根据耶鲁大学发布在《社会科学与医 疗》杂志上的最新研究,有阅读习惯的人会比没有阅读习惯的人更长寿。
西班牙语在线学习:西班牙语阅读《一千零一夜》连载二十五e西语阅读:《一千零一夜》连载二十五 ePERO GUANDO LLEGÓ LA 292 NOCHEElla dijo:...me hice con la suma de tres mil dracmas, y en seguida se me an tojó viajar por las comarcas y países de los hombres, porque me acordé de las palabras del poeta que ha dicho:¡Las penas hacen más hermosa aún la gloria que se adquiere! ¡La gloria de los humanos es la hija inmortal de muchas noches pasadas sin dormir!¡Quien desea encontrar el tesoro sin igual de las perlas del mar, blancas, grises o rosadas, tiene que hacerse buzo ántes de conseguirlas!¡A la muerte llegara en su espe ranza vana quien quisiera alcanzar la gloria sin esfuerzo!Así, pues, sin tardanza, corrí al zo co, donde tuve cuidado de comprar mercancías diversas y pacotillas de todas clases. Lo transporté inmediaamente todo a bordo de un navía, en el que se encontraban ya dispuestos a partir otros mercaderes, y con el alma deseosa de marinas andanz as, vi cómo se alejaba de Bagdad el na vío y descendía por el río hasta Bassra, yendo a parar al mar.En Bassra, el navío dirigió la vela hacia alta mar, y entonces navega mos durante días y noches, tocando en islas y en islas, y entrando en un mar después de otro mar, y llegando a una tierradespués de otra tierra! Y en cada sitio en que desembarcábamos, vendíamos unas mercancías para comprar otras, y hacíamos trueques y cambios muy ventajosos.Un día en que navegábamos sin ver tierra desde hacía varios días, vimos surgir del mar una isla que por su vegetación nos pareció algún jardín maravilloso entre los jardines del Edén. Al advertirla, el capitán del navío quiso tomar allí tierra, dejándonos, desembarcar una vez que anclamos.Descendimos todos los comerciantes; llevando con nosotros cuantos víveres y utensilios de cocina nos eran necesarios. Encargáronse algunos de encender lumbre, y preparar la comida, y lavar la ropa, en tanto que otros se contentaron con pasearse, divertirse y descansar de las fa tigas marítimas. Yo fui de los que prefirieron pasearte y gozar de las bellezas de la vegetación que cubría aquellas costas, sin olvidarme de co mer y beber.Mientras de tal manera reposába mos, sentimos de repente que temblaba la isla toda con tan ruda sacudida., que fuimos despedidos a algunos pies de altura sobre el suelo. Y en aquel momento vimos aparecer en la proa del navío al capitán, que nos gritaba eon una voz terrible Y gestos alarmantes: “¡Salvaos pron to, ¡oh pasajeros! ¡Subid en seguida a bordo! ¡Dejadlo todo! ¡Abandonad en tierra vuestros efectos y salvad vuestras almas! ¡Huid del abismo que os espera! ¡Porque la isla donde os encontráis no es una isla, sino una ballena gigantesca que eligió en medio de este mar su domicilio desde antiguos tiempos, y merced a la arena marina crecieron árboles en su lomo! ¡La despertasteis ahora de su sueño, turbásteis su reposo, exci tasteis sus sensaciones encendiendo lumbre sobre su lomo, y hela aquí que se despereza! ¡Salvaos, o si no, os sumergirá en el m ar, que ha de tragaron sin remedio! ¡Salvaos! ¡De jadlo todo, que he departir!”Al oír estas palabras del capitán, los pasajeros, aterrados, dejaron todos sus efectos, vestidos, utensilios y hornillas, y echaran a correr hacia el navío, que a la sazón le vaba el ancla. Pudieron alcanzarlo a tiempo algunos; otros no pudieron. Porque la ballena se había ya puesto en mo vimiento, Y tras unos cuantos saltos espantosos, se sumergía en el mar con cuantos tenía encima del lomo, y las olas, que chocaban y se entrechocaban cerráranse para siempre sobre ella y sobre ellos.¡Yo fui de los que se quedaron abandonados encima de la ballena. Y había de ahogarse!Pero Alah el Altísimo veló por mí y me libró de ahogarme, poniéndame al alcance de la mano una especie de cubeta grande de madera, llevada allí por los pasajeros para lavar su ropa. Me aferré primero a aquel objeto, y luego pude ponerme a hor-cajadas sobre él, gracias a los es fuerzos extraordinarias de que me hacían capaz el peligro y el cariño que tenía yo a mi alma, que me era preciosísima. Entonces me puse a batir al agua con mis pies a manera de remos, mientras las olas jugueteaban conmigo haciéndame zo zobrar a derecha e izquierda.En cuanta al capitán, se dio prisa a alejarte a toda vela con los que se pudieron salvar, sin ocuparse de los que sabrenadaban todavía. No tardaron en perecer éstos, mientras yo ponía a contribución todas mis fuerzas para servirme de mis pies a fin de alcanzar al navío, al cual hu be de seguir con los ojos hasta que desapareció de mi vista, y la noche cayó sobre el mar, dándome la cer teza de mi perdición y mi abandono.Durante una noche y un día ente ros estuve en lucha contra el abismo. El viento y las corrientes me arrastraron a las orillas de una isla escarpada, cubierta de plantas trepadoras quedescendían a lo largo de los acantilados hundiéndose en el mar. Me así a estos ramajes, y ayudándome con pies y manos conseguí trepar hasta lo alto del acantilado.Habiéndome escapado de tal modo de una perdición segura, pensé entonces en examinar mi cuerpo, y vi que estaba lleno de contusiones y tenía los pies hinchados y con hue llas de mordeduras de peces, que habíanse llenado el vientre a costa de mis extremidades. Sin embargo, no sentía dolor ninguno de tan insensibilizado como estaba por la fatiga y el peligro que corrí. Me eché de bruces, como un cadáver, en el suelo de la isla, y me desvanecí, sumergido en un aniquilamiento total.Permanecí dos días en aquel estado, y me desperté cuando caía sobre mí a plomo el sol. Qu ise levantarme; pero mis pies hinchados y do loridos se negaron a socorrerme, y volvía a caer en tierra. Muy apesadumbrado entonces por el estado a que me hallaba reducido, hube de arrastrarme, a gatas unas veces y de rodillas otras, en busca de algo par a comer. Llegué, por fin, a una llanu ra cubierta de árboles frutales y re gada por manantiales de agua pura y excelente. Y allí reposé durante varios días, comiendo frutas y be biendo en las fuentes. Así que no tardó mi alma en revivir, reanimándose mi cuerpo entorpecido, que logró ya moverse con facilidad y recobrar el uso de sus miembros, aunque no del todo, porque vine todavía precisado a confeccionarme, para andar, un par de muletas que me sostuvieran.De esta suerte pude pasearme lentamente entre lo s árboles, comiendo frutas, y pasaba largos ratos admi rando aquel país y extasiándome an te la obra del Todopoderoso.Un día que me paseaba por la ribera, vi aparecer en lontananza una cosa que me pareció un animal salveje o algún monstruo entre los monstruos del mar. Tanto hubo de intrigarmeaquella cosa, que, a pesar de los sentimientos diversos que en mí se agitaban, me acerqué a ella, ora avanzando, ora retrocediendo. Y acabé por ver que era una yegua ma ravillosa atada a un poste. Tan bella era, que intenté aproximarme más, para verla todo lo cerca posible, cuando de pronto me aterró un gri to espantoso, dejándome clavado en el suelo, por más que mi deseo fuera huir cuanto antes; y en el mismo ins tante surgió de debajo de la tierra un hombre que avan zó a grandes pasos hacia donde yo estaba, y ex clamó: “¿Quién eres? ¿Y de dónde vienes? ¿Y qué motivo te impulsó a aventurarte hasta aquí?”Yo contesté: “¡Oh señor! Sabe que soy un extranjero que iba abordo de un navío y naufragué con otros varios pasajeros. ¡Pero Alah me fa cilitó una cubeta de madera a la que me así y que me sostuvo hasta que fui despedido a esta costa por las olas!”Cuando oyó mis palabras, cogióme de la mano y me dijo: “¡Sigueme!” Y le seguí. Entonces me hizo bajar a una caverna subte rránea y me obligó a entrar en un salón, en cuyo sitio de honor me invitó a sentarme, y me llevó algo de comer, porque yo tenía hambre. Comí hasta hartarme y apaciguar mi ánimo. En-tonces me interrogó acerca de mi aventura y se la conté desde el principi o al fin; y se asombró prodigiosamente. Luego añadí: “¡Por Alah sobre ti, ¡oh dueño mío! no te enfa des demasiado por lo que voy a pre guntarte! ¡Acabo de contarte la ver dad de mi aventura, y ahora anhela ría saber el motivo de tu estancia en esta sala s ubterránea y la causa por qué atas sola a esa yegua en la orilla del mar!”El me dijo: “Sabe que somos va rios las que estamos en esta isla, situados en diferentes lugares, para guardar los caballos del rey Mihra ján. Todos los meses, al salir la luna nue va, cada uno de nosotros trae aquí una yegua de pura raza, virgen todavía, la ataen la ribera y en seguida se oculta en la gruta subte rránea. Atraído entonces por el olor a hembra, sale del agua uno caballo entre los caballos marinos, que mira a derecha y a izquierda, y al no ver a nadie salta sobre la yegua y la cubre. Luego, cuando ha acabado su cosa con ella, desciende de sus ancas e intenta llevarla consigo. Pero ella no puede seguirle, porque es tá atada al poste; entonces relincha muy fuerte él y l e da cabezazos y coces, y relincha cada vez mas fuer te. Le oímos nosotros y comprendemos que ha acabado de cubrirla; inmediatamente salimos par todos la dos, y corremos hacia él lazando grandes gritos, que le asustan y le obligan a entrar en el mar de nuevo. En cuanto a la yegua queda preña da y pare un potro o una potra que vale todo un tesoro, y que no puede tener igual en toda la faz de la tierra. Y precisamente hoy ha de venir el caballo marino. Y te prometo que, una vez terminada la cosa, te llevaré conmigo para presentarte a nuestro rey Mihraján y darte a conocer nues-tro país. ¡Bendice, pues, a Alah, que te hizo encontrarme, porque sin mí morirías de tristeza en esta soledad, sin volver a ver nunca a los tuyos y a tu país y sin que nunca supiese de ti nadie!”Al oír tales palabras, di muchas gracias al guardián de la yegua, y continué departiendo con él, en tanto que el caballo marino salía del agua, saltando sobre la yegua y la cubría. Y cuando hubo terminado lo que tenía que terminar, descendió d e ella y quiso llevársela; mas ella no podía desatarse del poste, y se encabritaba y relinchaba. Pero el guardián de la yegua se precipitó fuera de la caverna, llamó con grandes voces a sus compañeros, y provistos todos de ha chas, lanzas y escudos, se abalanza ron al caballo marino, que lleno de terror soltó su presa, y como un búfalo, fue a tirarse al mar y desapa reció bajo las aguas.Entonces todos los guardianes, cada uno con su yegua, se agruparon a mi alrededor y me prodigaron mil amabilidades, y después de facilitarme aún más comida y de comer conmigo, me ofrecieron una buena montura, y en vista de la invitación que me hizo el primer guardián, me propusieron que les acompañara a ver al rey su señor. Acepté desde luego, y partimos todos juntos.Cuando llegamos a la ciudad, se adelantaron mis compañeros para poner a su señor al corriente de lo que me había acaecido. Tras de lo oral volvieron a buscarme y me llevaron al palacio; y en uso del permiso que se me concedió, entré en la sala del trono y f ui a ponerme entre las manos del rey Mihraján, al cual le deseé la paz.Correspondiendo a mis deseos de paz, el rey me dio la bienvenida, y quiso oír de mi boca el relato de mi aventura. Obedecí en seguida, y le conté cuanto me había sucedido, sin omitir un detalle.Al escuchar semejante historia, el rey Milrraján se maravilló y me di jo: “¡Por Alah, hijo mío, que si tu suerte no fuera tener una vida larga, sin duda a estas horas habrías sucumbido a tantas pruebas y sinsabo res! ¡Pero da gracias a Alah por tu liberación!” Todavía me prodigó muchas más frases benévolas, quiso ad-mitirme en su intimidad para lo sucesivo y a fin de darme un testi monio de sus buenos propósitos con respecto a mí, y de lo mucho que estimaba mis conocimientos maríti mos, me nomb ró desde entonces director de las puertos y radas de su isla, e interventor de las llegadas y salidas de todos los navíos.No me impidieron mis nuevas funciones personarme en palacio todos los días para cumplimentar al rey, quien de tal modo se habituó a mí, que me prefirió a todos sus íntimos, probándomelo diariamente con gran des obsequios. Con lo cualtuve tanta influencia sobre él, que todas las peticiones y todos las asuntos del reino eran intervenidos por mí para bien general de los habitantes.Pero estos cuidadas no me hacían olvidar mi país ni perder la esperanza de volver a él. Así que jamás de jaba yo de interrogar a cuantos viajeros y a cuantos marinos llegaban a la isla, diciéndoles si conocían Bagdad, y hacia qué lado estaba si tirada. Pero n inguno podía respon derme, y todos me aseguraban que jamás oyeron hablar de tal ciudad, ni tenían noticia del paraje en que se encontrase. Y aumentaba mi pena paulatinamente al verme condenado a vivir en tierra extranjera, y llegaba a sus límites mi perplejidad ante estas gentes que, no sólo ignoraban en absoluto el camino que conducía a mi ciudad, sino que ni siquiera sabían de su existencia.Durante mi estancia en aquella isla, tuve ocasión de ver cosas asom brosas, y he aquí algunas de ellas entre mil.Un día que fui a visitar al rey Mihraján, como era mi costumbre trabé conocimiento con unos perso najes indios, que, tras mutuas zalemas, se prestaron gustosos a satisfacer mi curiosidad, y me enseñaron que en la India hay gran número de castas, entre las cuales son las dos principales la casta de los kchatryas, compuesta de hombres nobles y justos que nunca cometen exacciones o actos reprensibles, y la casta de los brahmanes, hombres puros que ja más beben vino y son amigos de la alegría, de la dulzura en los modales, de los caballos, del fasto y de la belleza. Aquellos sabios indios me enseñaron también que las castas principales se dividen en otras se tenta y dos castas que no tienen en tre sí relación ninguna. Lo cual hubo de asombrarme hasta el lími te del asombro.En aquella isla tuve asimismo oca sión de visitar una tierrapertenecien te al rey Mihraján y que se llamaba Cabil. Todas las noches se oían en ella resonar timbales y tambores. Y pude observar que sus habitantes estaban muy fuertes en materia de si logismos; y eran fértiles en hermosos pensamientos. De ahí que se hallasen muy reputados entre viajeros y mecaderes.En aquellos mares lejanos vi cierto día un pez de cien codos de longitud, y otros peces cuyo rastro se pa recía al rostro de l os buhos.En verdad, ¡oh amigos! que aun vi cosas más extraordinarias y pro digiosas, cuyo relato me apartaría demasiado de la cuestión. Me limi taré a añadir que viví todavía en aquella isla el tiempo necesario para aprender muchas cosas, y enriquecerme con diversos cambios, ventas y compras.Un día, según mi costumbre, esta ba yo de pie a la orilla del mar en el ejercicio de mis funciones, y per manecía apoyado en mi muleta, co mo siempre, cuando vi entrar en la rada un navío enorme lleno de mercaderes. Esperé a que el navío hu biese anclado sólidamente y soltado su escala, para subir a bordo y bus car al capitán a fin de inscribir su cargamento. Los marineros iban des embarcando todas las mercancías, que al propio tiempo yo anotaba, y cuando terminaron su trabajo pre gunté al capitán: “¿Queda aún alguna cosa en tu navío?” Me contestó: “Aun quedan, ¡oh mi señor! algunas mercancías en el fondo del navío; pero están en depósito únicamente, porque se ahogó hace mucho tiempo su propietario, que viajaba con nos otros. ¡Y quisiéramos vender esas mercancías para entregar su impor te a los parientes del difunto de Bagdad, morada de paz!”Emocionada entonces hasta el último límite de la emoción, exclamé:“¿Y cómo se llamaba ese mercader, ¡oh capitán!?” Mecontestó: “¡Sindbad el Marino!”A estas palabras miré con más detenimiento al capitán, y reconocí en él al dueño del navío que se vio precisado a abandonarnos encima de la ballena. Y grité con toda mi voz: “¡Yo soy Sindbad el Marino!”Luego añadí: “Cuando se puso en movimiento la ballena a causa del fuego que encendieron en su lomo, yo fui de los que no pudieron ganar tu navío y cayeron al agua. Pero me salvé gracias a la cubeta de madera que habían transportado los merca deres para lavar allí su ropa. Efec tivamente, me puse a horcajadas so bre aquella cubeta y agité los pies a manera de remos. ¡Y sucedió lo que sucedió con la venia del Ordenador!”Y conté al capitán cómo pude salvarme y a través de cuántas vicisi tudes había llegado a ejercer las al tas funciones de escriba marítima al lado del rey Mihraján.Al escucharme el capitán, exclamó: “¡No hay recursos y poder más que en Alah el Altísimo, el Omni potente....En este momento de su narración Schahrazada vio aparecer la mañana, y se calló discreta mente.(西班牙店铺xibanya.)感谢阅读《西班牙语在线学习:西班牙语阅读《一千零一夜》连载二十五 e》一文,我们精心为您准备延伸阅读:西班牙语学习技巧西班牙语没有英语这么复杂的发音规则。
网上学西班牙语:西班牙语阅读《苏菲的世界》中西对照阅读144《苏菲的世界》中西对照阅读 144144Alberto prosiguió.—La influencia de los árabes en España comenzó a hacerse notar. Durante toda la Edad Media los árabes tuvieron una viva tradición aristotélica, y desde finales del siglo XII, árabes eruditos iban al norte de Italia, invitados por los príncipes de esa región. De esta manera muchos de los escritos de Aristóteles fueron conocidos y poco a poco traducidos del griego y del árabe al latín. Esto despertó un nuevo interés por cuestione scientíficas, ademas de revivir la antigua polémica sobre la relación entre las revelaciones cristianas y la filosofía griega. En los asuntos de ciencias naturales ya no se podía pasar por alto a Aristóteles. ¿Pero en que ocasiones había que escuchar al filósofo y en cuales había que apoyarse exclusivamente en la Biblia? ¿Me sigues?Sofía asintió brevemente, y el monje prosiguió.—El filósofo más grande y más importante de la Alta Edad Media f ue Tomás de Aquino, que vivió de 1225 a 1274. Nació en la pequeña ciudad de Aquino, entre Roma y Nápoles, pero trabajó también como profesor de filosofía en la universidad de Paris. Lo llamo «filósofo», pero también fue, en la misma medida, «teólogo». En aquella época no había en realidad una verdadera distinción entre «filosofía» y «teología». Para resumir podemos decir que Tomás de Aquino cristianizó a Aristóteles de la misma manera que San Agustín había cristianizado a Platón al comienzo de la Edad Media.—¿No era un poco raro cristianizar a filósofos que vivieronmuchos cientos de años antes de Jesucristo?—En cierta manera si. Pero cuando hablamos de la «cristianización» de los dos grandes filósofos griegos queremos decir que fueron interpretados y explicados de tal manera que no se consideraran una amenaza contra la doctrina cristiana.De Tomás de Aquino se dice que «cogió el toro por los cuernos».—No sabía que la filosofía tuviera que ver con las corridas de toros.—Tomás de Aquino fue de los que intentaron unir la filosofía de Aristóteles y el cristianismo. Decimos que creó la gran síntesis entre la fe y el saber. Y lo hizo precisamente entrando en la filosofía de Aristóteles y tomándole sus palabras.—O por los cuernos. No he dormido apenas esta noche, de modo que me temo que tendrás que explicarte mejor.—Tomás de Aquino pensó que no tenía por qué haber una contradicción entre lo que nos cuenta la filosofía o la razón y lo que nos revela la fe. Muy a menudo el cristianismo y la filosofía nos dicen lo mismo. Por lo tanto podemos, con la ayuda de la razón, llegar a las mismas verdades que las que nos cuenta la Biblia.—¿Como es posible eso? ¿La razón nos puede decir que Dios creó el mundo en seis días? ¿O que Jesús era hijo de Dios?—No, a esa clase de «dogmas de fe», solo tenemos acceso a través de la fe y de la revelación cristiana. Pero Tomás opinaba que también existen una serie de «verdades teológicas naturales». Con esto se refería a verdades a las que se puede llegar tanto a través de la revelación cristiana como a través de nuestra razón innata o natural. Una verdad de ese tipo es, por ejemplo, la que dice que hay un Dios. Tomás opinaba que haydos caminos que conducen a Dios. Un camino es a través de la fe y la revelación. El otro camino es a través de la razón y las observaciones hechas con los sentidos. Bien es verdad que, de estos caminos, el de la fe y la revelación es el más seguro, porque es fácil desorientarse si uno se fía exclusivamente de la razón. Pero el punto clave de Tomas es que no tiene que haber necesariamente una contradicción entre un filósofo como Aristóteles y la doctrina cristiana.艾伯特继续说:“在这个时期,西班牙的阿拉伯人所带来的影响开始显现。
西班牙语学习网站:西班牙语阅读哈姆雷特第三幕之第四场哈姆雷特第三幕之第四场III.iv Entran la REINA y POLONIO.POLONIOViene en seguida. Censuradle a fondo.Decid que sus excesos ya son insufriblesy que Vuestra Majestad le ha protegidode las iras. No voy a hablar más.Os lo ruego, sed clara con él.HAMLET [dentro]¡Madre, madre, madre!REINAAsí lo haré. Perded cuidado. Escondeos, que ya viene.Entra HAMLET.HAMLETY bien, madre, ¿qué ocurre?REINAHamlet, has ofendido mucho a tu padre.HAMLETMadre, tú has ofendido mucho a mi padre.REINAVamos, vamos, replicas con lengua muy suelta. HAMLETVenga, venga, preguntas con lengua perversa.REINA¿Qué es esto, Hamlet?HAMLET¿Qué ocurre ahora?¿Olvidas quién soy?HAMLETPor la cruz, nada de eso. Eres la reina, esposa del hermano de tu esposoy, ojalá no lo fueras, pero eres mi madre. REINAMuy bien. Te mandaré a quien sepa hablarte. HAMLETVamos, vamos, siéntate. Tú no te muevesni te vas hasta que ponga frente a tiun espejo que te enseñe tus adentros. REINA¿Qué vas a hacer? ¿No irás a matarme?¡Ah, socorro, socorro!POLONIO [detrás del tapiz]¡Ah, socorro, socorro, socorro!HAMLET¡Cómo! ¿Una rata? ¡Por un ducado la mato!Mata a POLONIO [atravesando el tapiz].POLONIO¡Ah, me han matado!REINA¡Ay de mí! ¿Qué has hecho?HAMLETPues no sé. ¿Es el rey?REINA¡Ah, qué locura criminal es esta!¿Criminal? Casi tanto, buena madre,como matar a un rey y casarse con su hermano. REINA -¿Matar a un rey?HAMLETSí,señora, eso he dicho. -Y tú, bobo, imprudente, entrometido, adiós.Te creí tu superior. Acepta tu suerte.Pasarse de curioso trae peligro. -No te retuerzas más las manos. Calma, siéntate; yo seré quien te retuerza el corazónsi está hecho de materia per meabley la ruin costumbre no lo ha vuelto tan duro que no pueda expugnarlo el sentimiento. REINA¿Qué he hecho yo para que me hables asícon lengua tan ruidosa y ofensiva?HAMLETUna acción tal que empañael cándido rubor de la decencia,llama hipocresía a la virtud, quitala rosa de la frente al amor purodejándole un estigma, vuelve los esponsales tan falsos como juramentos de tahúr.Ah, tal acción que del sagrado contrato arranca el alma, cambiando en palabreríala santa religión. El cielo enrojecesobr e esta sólida esfera y, con triste semblante, como si aguardara el Día del Juicio,está angustiado por tu acción.REINA¡Ay de mí! ¿Qué acción,que se anuncia tronando y rugiendo? HAMLETMira este retrato, y ahora éste;imágenes son de dos hermanos[L1].Ve la gallardía de este rostro,los rizos de Hiperión, la frente de Júpiter,los ojos de Marte, que ordenan o amenazan;el porte de Mercurio el mensajeroposándose en una montaña sublime.En verdad, una alianza y una formaen que los dioses dejaron su sellopara ratificar lo que es un hombre.Él fue tu marido. Mira lo que sigue.Este es tu marido, espiga podridaque infecta a su hermano. ¿Tienes ojos?¿Dejaste de pastar en tan hermoso montepara cebarte en este páramo? ¿Eh? ¿Tienes ojos? No lo llames amor, pues a tu edadel ardor de la sangre está amansadoy se somete al juicio. ¿Y qué juiciollevaría de éste a éste? ¿Qué demoniote ha engañado a la gallina ciega?¡Ah, vergüenza! ¿Y tu rubor? Ardiente infierno, si te inflamas en cuerpo de matrona,en la fogosa juventud la castidadsea como cera y en su fuego se derrita.No hables de impudicia si se enciendela indómita pasión cuando el hielo también arde y la razón sirve al deseo.REINA¡Ah, Hamlet, no sigas! Me vuelveslos ojoshacia el fondo de mi alma,y en ella veo manchas negras y profundasque no pueden borrarse.HAMLETNo, viviránen la náusea y el sudor de una cama pringosa, cociéndose en el vicio y la inmundiciaentre arrullos y ternezas.REINA .¡No sigas hablando! Cual puñalestus palabras me traspasan los oídos.¡Basta, buen Hamlet!HAMLETUn asesino, un infame;un canalla que no llega a los talonesdel que fue tu marido; un payaso de rey,el ratero del reino y el poder,que robó la corona del estantepara echársela al bolsillo...REINA¡Basta!HAMLETUn rey de parches y pingajos...Entra el ESPECTRO en ropa de noche[L2]¡Salvadme y envolvedme en vuestras alas,ángeles del cielo! ¿Qué deseas, noble figura? REINA¡Ay, está loco!HAMLET¿Vienes a reñirle a tu hijo indolenteque, dejando pasar tiempo y fervor,no pone por obra tu fiero mandato? ¡Habla! ESPECTRONo lo olvides. Esta apariciónsólo quiere aguzar tu embotado propósito. Pero mira el desconcierto de tu madre. Interponte entre ella y su alma en lucha.La imaginación de los más débilesopera con más fuerza. Háblale, Hamlet. HAMLET¿Cómo estás, madre?REINA¡Ah! ¿Cómo estás tú,que clavas la mirada en el vacíoy conversas con el aire incorpóreo?Por tus ojos asoma tu ánimo agitadoy, como guerreros despertados por la alarma, tu liso cabello se levanta cual si fuerauna excrecencia viviente. ¡Ah, hijo mío!Rocía el fuego y ardor de tu malcon la fría quietud. ¿Qué es lo que miras? HAMLET¡A él, a él! ¡Mira qué semblante demacrado! Si predicase a las piedras, su causay su figura las ablandaría. - No me mires, no sea que tu acto compasivo [L3] cambie mi duro propósito. Mi objeto perdería su color: llanto en vez de sangre. REINA¿A quién le dices eso?HAMLET¿No ves nada ahí?REINANo, nada; aunque veo todo lo que hay. HAMLET¿Ni has oído nada?REINANo, sólo nuestras voces.HAMLET¡Ah, mira! ¡Ve cómo se aleja!¡Mi padre, vestido como en vida!¡Mira cómo sale por la puerta!Sale el ESPECTRO.REINANo es más que un ensueño de tu mente. El delirio es muy hábilen crear apariciones.HAMLET¿Delirio?Mi pulso late acompasado como el tuyo y da una música tan sana. No es locuralo que he dicho. Ponme a prueba y yorepetiré mis palabras, de lo cualhuiría la locura. Madre, por el cielo,no pongas un bálsamo a tu almaque muestre mi demencia y no tu culpa.Será una fina piel sobre la llaga,mientras, invisible, la inmunda podredumbre por dentro todo infecta. Confiésate al cielo, llora el pasado, evita tentaciones;no quieras abonar la mala hierbay hacerla más frondosa. Perdona mi virtud,pero en estos tiempos de molicie y saciedadla virtud ha de excusarse con el vicioe implorar que le deje socorrerle.REINA¡Ah, Hamlet! Me has partido en dos el corazón. HAMLETPues tira la peor partey con la otra mitad vive más pura.Buenas noches. No vayas al lecho de mi tío. Aparenta virtud, aunque no tengas.Esta noche abstente;eso dará mayor facilidada la próxima abstinencia. Buenas noches otra vez. Cuando ruegues la divina bendición,yo te pediré la tuya. - En cuanto a este caballero, lo siento de veras. Pero el cielo ha querido, haciéndome su azote y su verdugo, castigarme a mí con él y a él conmigo.Le sacaré de aquí y responderéde su muerte. Una vez más, buenas noches.Tengo que ser cruel sólo por afecto.Lo peor vendrá; esto es el comienzo.REINA¿Qué puedo h acer?HAMLETDe ningún modo lo que yo te diga:dejar que el fláccido rey te atraiga a su lecho, te pellizque la cara, te llame palomay que, por un par de besos inmundos,o sobándote el cuello con sus dedos malditos, consiga que le aclares el enigma:que, en realidad, toda mi locuraes fingimiento. Estaría bien decírselo.¿Podría una reina gentil, modosa, prudente, ocultarle cuestiones de tal entidada un sapo, un murciélago, un morrongo?¿Podría? No: a despecho de juicio y reserva, abre la jaula en el tejado, deja volara los pájaros y, como el célebre mono,haz la prueba metiéndote en la jaulay estréllate al caer[L4].REINASi el habla es aliento, y el aliento, vida,te aseguro que vida no tendrépara contar lo que has dicho.HAMLETHe de ir a Inglaterra. ¿Lo sabías?REINA¡Ah, lo había olvidado! Está decidido. HAMLETÉste va a adelantarme el viaje.Le arrastraré el pellejo a la otra estancia.Madre, buenas noches ya. Este dignatario,que en vida fue un torpe y servil palabrero,ahora es un sepulcro callado y secreto. –Vamos, señor, acabemos el asunto. –Buenas noches, madre.Sale arrastrando a POLONIO.--------------------------------------------------------------------------------[L1]Aunque en alguna representación del siglo XVIII las imágenes fue ran cuadros de los dos reyes colgados en la pared, en el teatro Hamlet y la reina suelen llevar una cadena de la que penden, respectivamente, la miniatura del difunto rey Hamlet y la del rey Claudio.[L2]La aparición del espectro «en ropa de noche», además de informar sobre cómo se mostraba éste en el teatro de la época, indica en su «domesticidad» que el espíritu va a tener un papel muy distinto de la figura marcial del primer acto.[L3]El del espectro cuando, tras recordar a Hamlet su venganza pendiente, le manda que atienda a su desconcertada madre.[L4]La historia a que alude Hamlet no se conserva, pero, por lo visto, trataba de un mono que pretendía imitar el vuelo de los pájaros saltando al vacío desde una jaula.(西班牙店铺xibanya.)感谢阅读《西班牙语学习网站:西班牙语阅读哈姆雷特第三幕之第四场》一文,我们精心为您准备延伸阅读:西班牙语学习技巧西班牙语没有英语这么复杂的发音规则。
西班牙语在线学习:西班牙语阅读《苏菲的世界》中西对照21《苏菲的世界》中西对照 2121Pero no se trataba únicamente de explicaciones. La ge nte no podía quedarse sentada de brazos cruzados esperando a que interviniesen los dioses cuando amenazaban las desgracias —tales como sequías o epidemias—. Las personas tenían que tomar parte activa en la lucha contra el mal. Esta participación se llevaba a cabo mediante distintos actos religiosos o ritos.El acto religioso más importante en la época de la antigua Noruega era el sacrificio, que se hacía con el fin de aumentar el poder del dios. Los seres humanos tenían que hacer sacrificios a los dioses para que éstos reuniesen fuerzas suficientes para com batir a las fuerzas del caos. Esto se conseguía, por ejemplo, mediante el sacrificio de un animal al dios e n cuestión.Era bastante corriente sacrificar machos cabríos a Tor. En lo que se refiere a Odín, también se sacrificaban seres humanos.El mito más conocido en Noruega lo conocemos por el poema «Trymskvida» (西班牙店铺xibanya.).En él se cuenta que Tor se quedó dormido y que, cuando se despertó, su martillo había desaparecido. Se enfureció tanto que las manos le temblaban y la barba le vibraba.Acompañado por su amigo Loke fue a preguntar a Freya si le dejaba sus alas para que éste pudiera volar hasta Jotunheimen (西班牙店铺xibanya.), con el fin de averiguar si eran los trolls los que le habían robado elmartillo. Allí Loke se encu entra con Trym,el rey de los gigantes, que, en efecto,empieza a presumir de haber robado el martillo y de haberlo escondido a ocho millas bajo tierra. Y añade que no devolverá el martillo hasta que no logre casarse con Freya.¿Me sigues, Sofía? Los diose s buenos se encuentran de repente ante un dramático secuestro: los trolls se han apoderado de su arma defensiva más importante,lo que da lugar a una situación insostenible. Mientras los trolls tengan en su poder el martillo de T or, tienen el poder total sobre el mundo de los dioses y de los humanos. Y a cambio del martillo exigen a Freya. Pero tal intercambio resulta igual de imposible: si los dioses tienen que desprenderse de su diosa de la fertilidad, la que vela por todo lo que es vida, la hierba en el campo se marchitará y los dioses y los humanos morirán. Es decir, la situación no tiene salida. Si te imaginas un grupo de terroristas amenazando con hacer explotar una bomba atómica en el centro de París o de Londres, si no se cumplen sus peligrosísimas exigencias, entiendes mu y bien esta historia.然而,这并不仅仅是解释的问题。
西班牙语在线学习:西班牙语阅读《苏菲的世界》中西对照05El sombrero de copa... lo único que necesitamos para convertirnos en buenos filósofoses la capacidad de asombro...魔术师的礼帽只有一个条件:要有好奇心……Sofía dio por sentado que la persona que había escrit o las cartas anónimas volvería a ponerse en contacto con ella. Mientras tanto, op tó por no decir nada a nadie sobre este asunto.En el instituto le resultaba difícil concentrarse en lo qu e decía el profesor; le parecía que sólo hablaba de cosas sin importancia. ¿Porqué no hablaba de lo que es el ser humano, o de lo que es el mundo y de cual fue su origen?Tuvo una sensación que jamás había tenido antes: en el instituto y en todas partes la gente se interesaba solo por cosas más o menos fortuit as. Pero también había algunas cuestiones grandes y difíciles cuyo estudio era mucho mas importante que las asignaturas corrientes del colegio.¿Conocía alguien las respuestas a preguntas de ese tipo? A Sofía, al menos, le parecía mas importante pensar en ellas que estudiarse de memoria los verbos irregulares.Cuando sonó la campana al terminar la ultima clase, salió tan deprisa del patio que Jorunn tuvo que correr para alcanzarla.Al cabo de un rato Jorunn dijo:—¿Vamos a jugar a las cartas esta tarde?Sofía se encogió de hombros.—Creo que ya no me interesa mucho jugar a las cartas.Jorunn puso una cara como si se hubiese caído la luna.—¿Ah, no? ¿Quieres que juguemos al bádminton?Sofía mira fijamente al asfalto y luego a su amiga.—Creo que tampoco me interesa mucho el bádminton.—¡Pues vale!Sofía detectó una sombra de amargura en la voz de Jorunn.—¿Me podrías decir entonces qué es lo que tan de repente es mucho más importante?Sofía negó con la cabeza.—Es... es un secreto.—¡Bah! ¡Seguro que te has enamorado!Anduvieron un buen rato sin decir nada. Cuando llegar on al campo de fútbol, Jorunn dijo:—Cruzo por el campo.«Por el campo.»EseeraelcaminomásrápidoparaJorunn,elquetomabasólocuandoteníaqueirse rápidamente a casa para llegar a alguna reunión o al dentista.苏菲很肯定那位写匿名信的人会再度来信。
第一章Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía había de recordar aquella tarde remota en que su padre lo llevó a conocer el hielo. Macondo era entonces una aldea de veinte casas de barro y cañabrava construidas a la orilla de un río de aguas diáfanas que se precipitaban por un lecho de piedras pulidas, blancas y enormes como huevos prehistóricos. El mundo era tan reciente, que muchas cosas carecían de nombre, y para mencionarlas había que señalarías con el dedo. Todos los años, por el mes de marzo, una familia de gitanos desarrapados plantaba su carpa cerca de la aldea, y con un grande alboroto de pitos y timbales daban a conocer los nuevos inventos. Primero llevaron el imán. Un gitano corpulento, de barba montaraz y manos de gorrión, que se presentócon el nombre de Melquiades, hizo una truculenta demostración pública de lo que él mismo llamaba la octava maravilla de los sabios alquimistas de Macedonia. Fue de casa en casa arrastrando dos lingotes metálicos, y todo el mundo se espantó al ver que los calderos, las pailas, las tenazas y los anafes se caían de su sitio, y las maderas crujían por la desesperación de los clavos y los tornillos tratando de desenclavarse, y aun los objetos perdidos desde hacía mucho tiempo aparecían por donde más se les había buscado, y se arrastraban en desbandada turbulenta detrás de los fierros mágicos de Melquíades. «Las cosas, tienen vida propia -pregonaba el gitano con áspero acento-, todo es cuestión de despertarles el ánima.»JoséArcadio Buendía, cuya desaforada imaginación iba siempre más lejos que el ingenio de la naturaleza, y aun más allá del milagro y la magia, pensóque era posible servirse de aquella invención inútil para desentrañar el oro de la tierra.多年以后,奥雷连诺上校站在行刑队面前,准会想起父亲带他去参观冰块的那个遥远的下午。
Por soñar«Son las ocho. ¡Las ocho! ¡Me he quedado dormida! ¡Ay! Pero, ¡quétonta soy! ¡Hoy es quince de agosto! ¡Es fiesta! ¡Qué bien!»Marta quiere despertar a Frank con un beso, como siempre. Pero no lo encuentra y el beso se queda en el aire… Frank no está. No oye ningún ruido en el cuarto de baño. Tampoco en la cocina.«Seguro que ha salido a comprar el periódico y un pastel de manzana, mi prefer ido. Es que hoy es quince de agosto…»Marta se da la vuelta y se queda en el otro lado de la cama, en el lado de Frank. Siempre se acuesta allí cuando él no está. Frank lo sabe, y por eso le ha dejado el sobre en su lado. Marta se asusta cuando siente el papel en la cara. Enciende la luz. Es un sobre grande. Dentro hay muchos papeles escritos con letra de Frank. Empieza a leer...Madrid,15 de agosto de 1993¿Te acuerdas, Marta? Hoy hace diez años…¡Cómo pasa el tiempo! Hemos hablado mucho, quizás demasiado, de aquel día.Y todavía no sabemos qué pasó. Bueno, eso es el amor: no saber nada y saberlo todo, no creer nada y creerlo todo, ¿verdad?No sé por qué, pero hoy te quiero escribir. Hoy te quiero contar todo aquello sin mirarte, sin tenerte delante, sin ver tu cara. Yaes el momento. Ya escribo bastante bien en español. Bueno, eso creo yo. Vuelvo dentro de un momento. Te quiero.Frank.***Marta sonríe. Sus ojos verdes se llenan de luz de luna. Lee y lee…***Madrid, 15 de agosto de 1983. Frank ha estado en España durante un mes estudiando español. Ahora vuelve a su país.Estación de trenes de Chamartín. Tres de la tarde. Calor. Mucho calor... Y gente. Mucha gente. Frank lleva su pesada maleta por el suelo. Ha comprado demasiados regalos.Delante de las ventanillas de los billetes hay una cola muy larga... Bueno hay colas, muchas colas que se mueven lentamente. Porlos altavoces una señorita da informaciones sin parar. Frank no entiende nada. Es que —piensa él— en España la gente habla y habla todo el tiempo. Y así es imposible comprender nada. Además, los españoles siempre gritan cuando hablan...Frank se pone en la cola que le parece más corta. Mientras va hacia la ventanilla, mueve su maleta con el pie. Y busca dentrode su cabeza las palabras que va a decir:«Buenos días» o «buenas tardes»—piensa Frank—. Los españoles dicen «buenas tardes» sólo después de comer. Ycomen casi a las tres. Tengo que decir «buenos días» porqueno sé si el señor de la ventanilla ha comido ya. También voy a decir «por favor». Y después, «quiero», «es necesario», «me gusta»... ; esto es más difícil. ¿Por qué en español hay muchos verbos diferentes para decir la misma cosa? Luego, «un billete», «una entrada», «un papel»... Bueno, puedo decir «tique». Eso dicen los españoles en lugar de «ticket». Pero, ¡qué mal hablan inglés los españoles! Ahora viene algo todavía peor: las preposiciones. ¡Hay más de diez preposiciones en español! ¿«A», «por», «en», «para», «hacia», «desde» o «hasta» París? ¿Cuándo usar unas u otras? Esto está en el libro, pero lo tengoen la maleta. Y ahora no puedo abrirla porque después no puedo cerrarla... Solución: escuchar a este señor que está delante de mí y decir las mismas palabras que él.***Marta se ríe; se ríe porque así, escrito, es bastante más divertido que contado. Y, claro, se ríe también porque sabe qué va a pasar después…La verdad es que está muy contenta. ¡Qué bien escribe Frank en español! ¡Y pensar que hace diez años no sabía hablarlo!***El señor de delante ya ha llegado a la ventanilla. Frank se pone un poco más cerca de él para escucharlo mejor. Pero el señor no dice nada. Sólo mueve la cabeza; la mueve mucho, arriba y abajo, abajo y arriba. Saca de un bolsillo una foto de la Plaza Mayor de Salamanca. La pone en el cristal, delante de los ojosdel empleado.—Dos. Ir y venir aquí. No fumar. Gracias.El señor paga con un billete de cinco mil pesetas y recoge la vuelta y sus dos billetes. Guarda la foto. Sonríe. Mueve la cabeza arriba y abajo y se va. Sentada en un banco lo está esperando su mujer, que también es japonesa.Frank llega a la ventanilla. Baja la cabeza. Mira al señor delotro lado del cristal. Muy deprisa y sin coger aire, dice:—BuenosdíasporfavormegustaunentradaporParís.El señor de la ventanilla abre mucho los ojos.—¿Qué dice?Frank coge aire y lo intenta otra vez.—BuenosdíasporfavorquierounaentradaparaParís.—Oiga, esto no es un cine —contesta el empleado.—Perdón, no entiendo.—Digo que esto no es un cine, que aquí no puede ver películas.—No entiendo. Perdón.—Tiene que decir «billete». Las entradas son para el cine y para el teatro.Frank intenta pensar. Intenta coger las palabras con las manos.—Entiendo. Sí. Perdón... Buenos días...—Buenas tardes, porque ya he comido...Frank está enfadado y dice algo en su idioma. El empleado le sonríe.—¿Qué?—No. Nada... Buenas tardes... Por favor, quiero un billete para París.—Así. Muy bien. ¿De ida y vuelta o sencillo? ¿Fumador o no fumador?—No entiendo.Mucha gente cree que los extranjeros son sordos . Muchos piensan que sólo entienden si les gritas. El empleado que vende los billetes es uno de éstos. Mira a Frank. Coge aire, mucho aire. Después cierra los ojos y empieza a gritar:—¿DE IDA Y VUELTA O SENCILLO? ¿FUMADOR O NO FUMADOR?—No entiendo.—¿QUIERE EL BILLETE DE IDA Y VUELTA O SENCILLOOOOO? —grita el empleado todavía más fuerte.—No entiendo.—Pues yo no puedo hablar más alto.—No entiendo.—¡NO PUEDO HABLAR MÁS ALTOOOOOOOOOOOOOO... !—Tiene que hablar más despacio y no más alto. Este chico es extranjero, no sordo. Oye muy bien —dice alguien detrás de Frank.Frank se da la vuelta. En la cola, detrás de él, hay una chica rubia.Tomado del relato de Alberto Buitrago: «Por soñar...»,en De viaje, Col. Leer en español, Santillana,Madrid, 1997, pp. 6-12.。